El caso del hombre español que ayudó a morir a su mujer María José Carrasco (61) que sufría de una severa discapacidad resultado de una enfermedad prolongada altamente degenerativa como la esclerosis múltiple, reabrió el debate sobre la eutanasia, que sigue estando prohibida en varios países del mundo.
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La mujer sufría en extremo y necesitaba ayuda continuamente de modo tal que su marido se jubiló tempranamente para poder brindarle asistencia en especial considerando la contención emocional que su mujer necesitaba.
Aunque contaba con cuidados paliativos, su vida estaba bastante alejada de lo que podemos considerar VIDA hace bastante tiempo, pidiendo insistentemente que se le brindara el derecho a una muerte digna, lo que no le fue concedido a tiempo. Por esa razón las circunstancias los obligaron a arriesgarse, el hombre fue detenido, y posteriormente liberado gracias a un video donde María José Carrasco manifestaba estar cansada de la vida y necesitar urgentemente que el la ayudara a terminar con un verdadero calvario. El hombre fue detenido por cooperar en el suicidio, y la primera noche de duelo la pasó en un calabozo.
La pareja había esperado durante años la aprobación de una ley por parte del gobierno que regulara la muerte digna pero no prosperó. Aunque es probable que se apruebe, si esto no sucede el marido de María José podría ser condenado.
Unidas Podemos considera que “es imprescindible otorgar las garantías necesarias para que las personas que decidan terminar con su vida, así como los profesionales que las asisten no tengan que ser vistas como delincuentes ya que la eutanasia “es un acto de humanidad”.
La eutanasia es un largo e interminable debate en muchos sitios, puesto que existen posiciones muy diferentes frente al tema.
La Eutanasia es la intervención voluntaria que limita el tiempo en que la persona sufre, sabiendo que la enfermedad que padece es incurable y se encuentra en estado terminal.
En ese caso un equipo de profesionales preparados, suministran fármacos que terminan con el dolor y el sufrimiento que se considera irreversible. Es legal en Canadá, Luxemburgo, Bélgica, Holanda y en algunos estados de Estados Unidos.
El suicidio asistido solo se permite en Suiza donde el médico receta el medicamento pero no necesariamente la ayuda es brindada por un profesional, sino que el medicamento puede ser suministrado por otra personas sin que que esto tenga consecuencias jurídicas de ningún tipo.
Puede que el debate sea largo y se encuentre teñido inclusive de posturas religiosas pero los enfermos que sufren rara vez pretenden continuar la vida como si fuera una tortura. No existe plenitud de ningún tipo cuando cada día es una llaga lo que debería ser considerado con seriedad, tratando de ser objetivos.
Es urgente actuar con humanidad frente al deseo de aquellos que ya no pueden soportar el sufrimiento y buscar el mecanismo legal para que no sea considerado un delito y ofrezca todas las garantías a los pacientes y a los profesionales, así como a la familia u otras personas directamente involucradas.