El video de la golpiza circuló por las redes, lo que quiere decir que no hay mucho que imaginar con lo que sucedió el domingo 29 de julio luego que un hombre intentara rapiñar, a punta de pistola, una pollería de Casarino. Fue seguido por los vecinos, quienes le pegaron hasta el hartazgo y le practicaron submarino en una cañada, viéndose, por lo menos, a un policía presenciando la agresión, razón por la que el jefe de Policía, Mario Layera, ordenó una investigación interna. En la tarde de este miércoles 1 de agosto, declararán ante la fiscal Sylvia Lovesio, dos denunciantes, tres testigos y nueve indagados. Otros, que no participaron de la agresión, pero que apoyan el accionar de los indagados convocaron a reunirse en las puertas del Juzgado para reclamar que los agresores no sean formalizados, considerando que fueron «valientes». Pero lo más grave fue que el vocero de estos vecinos, llamó a que «la próxima vez que pasemos por esto, no filmemos. Por favor, que los celulares queden en los bolsillos».
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