Hace un siglo Albert Einstein predijo la existencia de las ondas gravitatorias, pero a la vez advirtió que su hipótesis nunca se podría demostrar. Cien años después la existencia de las ondas a las que se refería el famoso científico han sido registradas por dos laboratorios estadounidenses.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Einstein tenía sus razones para anticiparse a la dificultad de semejante hallazgo, ya que es equivalente a detectar un movimiento del tamaño de un átomo entre el Sol y Saturno.
Las ondas gravitatorias son ondas que surgen debido a la energía liberada por la colisión de masas gigantes, las cuales producen deformaciones en el tiempo y el espacio. En este descubrimiento, los científicos han captado las ondas que han sido emitidas por la fusión de dos agujeros negros de una masa superior a 60 soles hace 1.300 millones de años. Por aquel entonces, en la Tierra únicamente existía vida celular.
Este gran descubrimiento demuestra que el tiempo y el espacio se estiran y se contraen en función de las masas. Albert Einstein había anticipado esto en 1915, cuando afirmó que el tiempo medido por un reloj variaba en función de la masa y la velocidad. Con esto, el físico desmontó los principios fundamentales de la física de Newton, el cual creía que el tiempo y el espacio eran uniformes.
Esto influye en la forma de estudiar el Universo. Hasta ahora la ciencia se limitaba a medir la distancia y la composición química de las estrellas. A partir de ahora, con la nueva tecnología empleada capaz de localizar este tipo de ondas podremos “escuchar” el Universo y así entender mejor su formación y el comportamiento de la materia.