En un comunicado difundido en la jornada de ayer miércoles 8 de abril, los Colectivos «Ni todo está perdido» y «Contra la represión», denuncian una situación de violencia policial, acaecida en pleno centro de Montevideo, el pasado martes 7 de abril.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Juan Hass, vocero del colectivo «Ni todo está perdido», en dialogo con Caras y Caretas Portal, amplia la información planteando que la integrante del colectivo detenido fue traslada a la ex sede de Radio patrulla en el prado, y luego a la seccional tercera.
Solicitaron al Ministerio del Interior que investigue los hechos, y aunque la filmación del teléfono celular se puede haber perdido, tienen a dispocision las cámaras de vigilancia, ya que en la esquina mencionada se encuentra la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El comunicado expresa:
«Ayer (martes 7 de abril) cerca del mediodía en pleno centro de Montevideo, en la intersección de las calles Cuareim y Colonia, dos patrulleros (uno de ellos Matrícula SMI 1157) intervinieron cuando vieron que algunas personas estaban en la vía pública, en un espacio utilizado para dormir. Se sabe que lamentablemente cada vez son más
las personas que no pueden “quedarse en casa“ pues no tienen acceso al derecho a la vivienda.
Nosotras/os integrantes del Ni Todo Está Perdido (organización integrada por personas en situación de calle y quienes buscan soluciones a estas situaciones), al ver que uno de los efectivos golpea contra el piso la cara de una de las personas que vivían allí, apoyando su rodilla y todo el peso de su cuerpo encima del joven,no permanecimos indiferentes. Las personas agredidas las conocemos pues les llevamos comida habitualmente.
Ante eso los efectivos le gritan a una de nuestras compañeras que se vaya, pero otro responde que la vayan a buscar y la detengan.
Rápidamente nuestra compañera es reducida por dos efectivos varones, arrojado su celular al suelo, tirada al piso, torciendo sus brazos y sin explicación alguna, infringiendo dolor innecesariamente pues nunca hubo resistencia, como tampoco se resistió el chico por elcual intervinimos.
A nuestra compañera la golpearon, metieron en un patrullero a los empujones, allí adentro los agentes policiales le dijeron “a Uds. hay que pegarle un tiro como a esos pichis”. En la vulnerabilidad que se encuentra una persona sola, esposada, dentro de una patrulla sin que nadie sepa dónde va, esas palabras no pueden ser interpretadas de otra manera que no sea una amenaza contra la vidade la persona detenida.
Al decirles que iba sin cinturón y que iban a gran velocidad le dijeron“una menos”. Reafirmando la amenaza.
Luego la llevaron “a la policlínica” utilizada por el Ministerio del Interior para constatar lesiones. Denunciamos también el actuar cómplice de quien dijo ser médica, que nunca registró las marcas que tenía en muñecas y brazos, y solicitó que se desnudara. Además de que en todo momento careció de empatía con quien estaba detenida, siendo
un eslabón más de la represión y detención ilegal.
Posteriormente fue llevada a la seccional policial de la zona dónde fue detenida, finalmente y gracias a la intervención de profesionales que apoyan a nuestros colectivos, logramos que nuestra compañera fuera
liberada.
Además debemos denunciar la rotura del celular de la detenida, cuando se encontraba filmando.
Desde NITEP y Colectivos Contra la Represión, denunciamos y repudiamos públicamente estos hechos, como medio de romper con la impunidad que operan las fuerzas de seguridad, haciendo un llamamiento a las autoridades judiciales competentes a investigar los hechos. Todo quedó registrado en las cámaras que tiene el Ministerio
del Interior, las mismas que usan para el control social, hoy tienen registrada la violencia institucional contra las personas.
Una vez más lo que se castigó fue la solidaridad, el no ser indiferente ante la violencia policial. No todas las personas pueden quedarse en sus casas y no por eso deben ser golpeadas y humilladas. Mucho menos reprimir a quienes no estamos disputas/os a ser indiferentes.
No más represión, no más violencia policial.
Contagiemos solidaridad y respeto a los derechos de todas y todos».