La oposición venezolana y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, viven su primer desencuentro en dos años de idilio en los que el ex canciller uruguayo ha sido su mayor aliado internacional. Así lo señala una columna publicada en la web CubaDebate.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Recuerda el periodista Hugo Rius que Almagro reprochó a los opositores, su participación en las recientes elecciones en Venezuela, “ganadas rotundamente por los votantes chavistas del gobernante PSUV, lo que ha puesto en crisis el discurso sobre presunto fraude tan repetido por el portavoz del ministerio de colonias yanquis”.
“Almagro hasta los ha regañado por salirse de sus directivas, con lo que consiguió incomodar inclusive a uno de sus más firmes aliados internos, el mismísimo expresidente de la Asamblea Nacional parlamentaria, Henry Ramos Allup, cuyo partido Acción Democrática obtuvo el mayor número de gobernaciones de la oposición en los comicios (cuatro de cinco) y quien reconoció la legitimidad del reciente ejercicio del sufragio”, afirma.
Rius señala que un analista venezolano -“de intención imparcial”, sostiene- atribuyó este primer desencuentro entre Almagro y la dirigencia opositora “al deseo del uruguayo injerencista de imponer su propia visión y agenda. En otras palabras las que vienen dictadas desde Washington, la casa matriz de la OEA, donde se ha ido quedando solo en su vano intento de linchar hemisféricamente a la soberana Venezuela chavista”.