A su vez, en la interna de la izquierda se iniciaron diferentes encuentros informales entre sus dirigentes con el fin de zanjar diferencias personales que superan los aspectos políticos e intentar conformar propuestas comunes en las diferentes instancias de los órganos partidarios. En las reuniones de bancada, uno de los que fue más contundente fue el diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP) Alejandro Pacha Sánchez. “Tenemos que saltear el cerco de los medios para hablar directamente con la gente”, sostuvo el parlamentario. La preocupación de la dirigencia frenteamplista es que la gente se entere de primera mano sobre las actividades de sus representantes, así como escuchar sus reclamos. En ese sentido, desde la sede del Frente Amplio (FA) se está elaborando un cronograma para que existan reuniones con organizaciones sociales -abiertas y cerradas- así como convocar a la prensa de cada localidad. “Vamos a peinar cada departamento”, expresó un importante senador frenteamplista, en referencia a la distribución de actividades que deberá emprender cada parlamentario. El contacto directo con la ciudadanía ha sido una premisa del actual presidente de la República, Tabaré Vázquez, cuando fue candidato a la primera magistratura. En su primera campaña en 1994 -junto con Rodolfo Nin Novoa, hoy Canciller- inauguró lo que se denominó la gira “pueblo a pueblo” y, además, el llamado “mano a mano con la gente”, que lo llevó a visitar los lugares más recónditos de Uruguay y responder las preguntas a los reclamos de los uruguayos. Otro aspecto que preocupa a buena parte de los principales articuladores frenteamplistas es la confraternidad. En ese sentido, se han realizado encuentros informales sin agenda -asados, por ejemplo- con la finalidad de “fortalecer los lazos afectivos y de unidad más allá de lo político”, explicó el senador de izquierda, quien agregó: “Al Plenario vos le vas a ganar al otro, es necesario charlar antes para que esa instancia no se vuelva una lucha”. La fuente continuó: “Muchos de los problemas políticos a veces son menos políticos y más personales” Los consultados saben que dentro de la fuerza política hay quienes no están dispuestos a trabajar en comunidad. “El ómnibus va a estar. El que quiera se sube y el que no, mala suerte. La gente sabrá”. Para las elecciones de 2014, un grupo de dirigentes frenteamplistas se reunió por varias noches en la planta alta de un bar llamado Pepita La Pistolera, ubicado en la zona de Villa Dolores. Contaron las fuentes que se trató de encuentros en los que existió suma cordialidad y que el clima era altamente distendido. Asimismo revelaron con un dejo de ironía y hasta de satisfacción: “No se filtró nada a la prensa”.
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