Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Noticia destacada |

Trampas en el fútbol

Domínguez y Bolsonaro, un solo corazón

El presidente de la Conmebol, Juan Ángel Napout, no pudo desayunar aquel jueves 3 de agosto de 2015 en el Hotel Baur au Lac de la ciudad de Zurich.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Por Edgardo Bugiano

Ese día, la policía suiza lo llevó preso, acusado de recibir una inmensa coima de la empresa Datisa por la concesión de la derechos de la Copa América que se celebró en Chile.

Una semana antes, Napout había firmado el otorgamiento de los derechos de televisación  de la Copa Libertadores y Sudamericana hasta 2018 a la empresa Fox Sports, involucrada en los hechos criminales del Fifagate e investigada por la Fiscalía de Nueva York.

Ocho días después, desde la prisión, Napout renunció a su cargo en Conmebol, siendo sustituido por su vicepresidente, el uruguayo Wilmar Valdez.

CurIosamente, lo hizo en forma “interina”, violando los estatutos de la organización en la que debió continuar como presidente hasta el fin de su mandato en 2019.

Desde las primeras detenciones en mayo de 2015, el ambicioso Alejandro Domínguez, quien era presidente de la Asociación paraguaya, se mantuvo cerca de Napout y participó en todas sus actividades y hechos reñidos con el decoro por los cuales fue acusado.

Cuando ocurrió la muerte sorpresiva de Julio Grondona, quien desde la Asociación de Fútbol de Argentina dirigía el fútbol sudamericano y mundial, Alejandro Domínguez vio despejado el camino para su ascenso al poder.

Junto al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Marco Polo del Nero, quien también estaba involucrado en los hechos delictivos pero que logró escapar a la persecución en Suiza y refugiarse en su país, Domínguez tejió una alianza que le permitió desplazar a Valdez y asumir la Presidencia de la Conmebol.

En noviembre de 2015, Napout y Del Nero  se encontraron por última vez en Paraguay y  participaron en el Ejecutivo de Conmebol.

A partir de allí, Del Nero no pudo salir de Brasil, so pena de ser detenido y extraditado a los Estados  Unidos.

En enero de 2016, ya la alianza se había concretado. Valdez había sido sustituido y Domínguez fue elegido hasta 2020 como presidente por unanimidad y con el apoyo de Brasil, que había reemplazado a Argentina  asumiendo el control y la hegemonía en Conmebol.

El sucesor de Del Nero en la Conmebol fue Fernando Sarney, hijo de quien fuera presidente de Brasil, el que también, violando los reglamentos, asumió la representación de la CBD y la vicepresidencia de Conmebol.

 

Al brasileño Seneme no lo conocía ni el loro

El árbitro paraguayo Carlos Alarcón presidía, desde hacía muchos años, el oscuro Comité de Arbitrajes de la Conmebol. Tenía el respaldo de Grondona y todo lo podía.

Cumplidor de los pactos, Aleandro Domínguez sustituyó en agosto de 2016 a Carlos Alarcón y nombró en su lugar a un ignoto exárbitro que sólo había arbitrado 8 partidos internacionales cuyo nombre es Wilson Seneme.

Simultáneamente, ignorando a la Asociación de Fútbol de Argentina, sustituyó al representante argentino y nombró a otro argentino, Héctor Baldassi, a quien el presidente de la AFA rechazó.

 

Brasil al poder

Desde agosto de 2017, el poder de Alejandro Domínguez y la CBD ha ido consolidándose en la Conmebol.

Ese día se nombraron una decena de comisiones en las que la representación de Brasil triplicó a la de Argentina y cuadruplicó a la de Uruguay.

Al mismo tiempo, Fernando Sarney fue nombrado como representante de Conmebol en el Comité Ejecutivo de FIFA.

 

El polémico VAR

Todos aquellos que procuran una mayor justicia en el fútbol tienen que estar de acuerdo con el uso de la tecnología como asistencia a los árbitros del fútbol.

Sin embargo, en una organización tan poco transparente como la Conmebol, el sistema resulta tan poco confiable como sus propias autoridades y los árbitros que ellas designan.

El VAR podía ser un arma para los más débiles, pero también puede ser un argumento para dar credibilidad a fallos injustos.

El VAR puede ser un detector de mentiras si se respalda en imágenes y audios que confirmen sus decisiones y aporten transparencia.

Pero también puede ser un potente argumento de autoridad en manos de la corrupción en el deporte.

Los uruguayos vimos anulados tres goles en  el estadio Fonte Nova de El Salvador. Si hubieran sido los tres goles resultados de jugadas ilegítimas, todo bien.

Pero hay uno de ellos que no convence, si no se muestran las imágenes de dónde parte el pase hacia Cavani, demostrando que el jugador celeste estaba adelantado en ese instante.

El segundo acto se montó en el escenario del estadio de Belo Horizonte.

En el partido entre Perú y Uruguay la terna de árbitros eran tres brasileños y un argentino en el VAR.
En el partido de Argentina y Brasil, el Comité de Arbitrajes designó una terna ecuatoriana. El juez Rody Zambrano era cuestionado por actuaciones anteriores en partidos en los que participaron clubes de Argentina y el uruguayo Leodán González a cargo del VAR fue desestimado durante todo el encuentro por el árbitro.

Brasil no podía perder ese partido, ¡y no lo perdió!

 

Bolsonaro

Los cohetes comenzaron a explotar cuando, con paso solemne y marcial, Alejandro Domínguez y Jair Bolsonaro entraron al estadio para presenciar el cotejo entre Argentina y Brasil.

La propia AFA cuestiona el uso político de la presencia de Bolsonaro en ese partido, la vuelta olímpica que dio en el entretiempo y la imprudencia de sus manifestaciones políticas durante la celebración del encuentro.

El habitualmente parco Leonel Messi no dudó en calificar de corruptos los arbitrajes y reclamar justicia para que la gente disfrute del fútbol.

Claudio Tapia, presidente de AFA, declaró que uno de los objetivos que se han impuesto los argentinos es recuperar la presencia institucional de Argentina en los ámbitos de Conmebol y Fifa.

 

Los tiempos de Domínguez

¿Los tiempos de Domínguez están contados? Esa pregunta ronda los pasillos de todas las asociaciones de fútbol de Sudamérica.

Por lo pronto, la Copa América dejó huellas profundas en Argentina y la AFA descubrió, aunque tarde, la maniobra que la desplazó del poder y puso a la Confederación brasileña en su lugar.

El campeonato consolidó el poder de Brasil y salvó al cuestionado gobierno de Bolsonaro, que mantiene en la cárcel a Lula Da Silva mientras se hace evidente su estafa electoral.

Macri no hizo ninguna referencia a lo que los argentinos consideran una estafa.

Alejandro Domínguez guarda un prudente silencio, pero la gran interrogante no es lo que cada actor dice, sino lo que pase en los meses inmediatos en el campo de juego.

En la cancha se define el futuro de la Conmebol. Argentina no tolerará más “errores en las interpretaciones del VAR que se utilizará en las instancias finales de las Copas Libertadores y Sudamericana. Si los errores se repiten en favor de los equipos brasileños, puede arder Troya.

Las próximas elecciones en la Conmebol pueden ser el campo de batalla donde Argentina y Brasil disputen el poder en el fútbol de América.

 

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO