La diputada Lourdes Rapalín es suplente, sin embargo, su trabajo tiene una particularidad: cuando le ha tocado ingresar, no lo hace como alguien que está cumpliendo una tarea burocrática, sino que, aparte de atender e ir a lugares donde fue convocada por necesitar la presencia de un legislador, también presentó un proyecto de ley con el objetivo de frenar el acoso escolar entre pares (bullying) y expuso en una media hora previa sobre el acoso laboral (mobbing), asociado al ciberacoso, como forma de poner el tema sobre la mesa. Sobre estos temas dialogó con Caras y Caretas. Cambio de sector La pregunta era obligada: ¿por qué Rapalín se fue del sector Todos y eligió su destino con la senadora Verónica Alonso? Si bien la respuesta surgió de manera espontánea, su gesto tuvo un dejo de melancolía, el que recompuso de inmediato: “Siempre me gustó la forma en la que trabaja Verónica, con quien tengo una excelente relación. Cuando me invitó a sumarme a esta nueva propuesta, me habló del objetivo, del trabajo social que tiene como prioridad, de la idea de equipo que tenía en mente. Consideré que estaba buscando lo mismo que yo, y no fue difícil decidirme a acompañarla. Es una mujer inquieta y a mí apoyar eso no me cuesta nada”, sonríe, y agrega: “Yo con Luis [Lacalle Pou] siempre me sentí bien. No puedo quejarme. Pero la verdad que con Verónica tenemos muchas cosas en común, ante todo porque ambas somos mujeres y le ponemos corazón y pasión a la actividad política. Podrás decirme que los hombres también, pero nosotras somos distintas. Yo trabajo en temas que creo que necesitan de esa cuota de sensibilidad que las mujeres le damos”, sostiene. Consultada sobre si eso implica que quedaron asuntos pendientes en su pasaje por Todos, Rapalín fue clara: “No me quedó nada en el camino durante mi gestión junto a Luis, inclusive continúo ocupando la banca, con eso te digo todo. La relación sigue siendo excelente como el primer día. Hasta el día de hoy, si hay temas pendientes, los consultamos juntos, ya sea con Luis o con cualquier legislador de Todos. La idea es siempre la misma: seguir aportando y generando bien para el Partido Nacional y, sobre todas las cosas, para la ciudadanía. La decisión de cambiar de sector no es contra nadie, sino a favor del Partido y del país. Eso está claro para todos”, afirma. Trabajos y objetivos “Estoy enfocada en muchos temas. En realidad, continúo trabajando en temas que sigo desde hace años. Quizá, a veces, por diferentes razones salen a luz unos más que otros, pero, con mi equipo, nunca dejo de estar atenta y activa, sobre todo en áreas que nos son prioritarias: la lucha por la prevención del cáncer de mama, el acoso laboral, el acoso en redes sociales, trabajo sistemático en la comisión especial de discapacidad, con las familias que sufren de plombemia, en los chicos, en la violencia que se ejerce con los chicos”, asegura Rapalín. La legisladora hace hincapié en que sigue “luchando por la ley en prevención del bullying y con todo lo que sea violencia en los centros educativos”, pero adelantó que no se queda ahí: “En este momento, mi gran preocupación son los niños y estoy trabajando en un nuevo proyecto de ley por el tema de la adopción. Lo que me mueve a focalizar mi atención en eso es la cantidad de niños que están esperando un hogar”, asegura. En otro orden de cosas, Rapalín también considera que es necesario respaldar al emprendedor, el que necesita apoyo para poder salir adelante: “Hoy en día, en Uruguay, el Estado se sustenta con 80% de ingresos que entran por empresas privadas. Se trata de pequeños y medianos empresarios o emprendedores que tienen dos, cinco, diez o 50 empleados. Mi idea es que hay que tratar de respaldarlos porque son personas que todos los días están arriesgando y necesitamos que se sientan apoyados, que puedan conservar esas fuentes laborales y crecer para generar más trabajo. Estoy convencida de que la única forma de cuidar el trabajo de los uruguayos es cuidando a nuestros emprendedores”, considera. Que el acoso no sea posible En su trabajo en la Cámara de Diputados, la legisladora Rapalín presentó dos proyectos con repercusión a nivel social: uno, para ayudar a poner fin al acoso escolar, conocido como bullying; otro, buscando mecanismos que pusieran trabas para el acoso y ataque a las mujeres en las redes sociales. Ambos proyectos están relacionados entre sí. Rapalín explicó a Caras y Caretas que cuando estaba trabajando sobre el bullying y el cyberbullying se topó con esa otra realidad que es el ataque a las mujeres utilizando los mecanismos que ofrece internet: “En las redes se dan dos tipos de linchamientos: uno el global y otro el individual. El problema del primero es que es más fácil de detectar, pero más difícil de ponerle freno porque se esparce a través de las redes. En lo que respecta al bullying, los estudios a los que accedió Rapalín le indicaron que 70% del hostigamiento entre pares se realiza en el aula, bajo la mirada del profesor: “Eso quiere decir que es importantísimo entrenar a los docentes para que sepan detectar este tipo de casos y actúen en consecuencia. El acoso jamás debe permitirse”, sostuvo.
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