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Caso Ancap

Dueño de La Diez: En las denuncias “se tergiversaron hechos”

Pablo Álvarez presentó documentos que respaldan los gastos efectuados para la inauguración de la planta desulfurizadora y le ofreció a la Justicia la posibilidad de levantar su secreto bancario.

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El propietario de la agencia de publicidad La Diez, Pablo Álvarez, fue el primero en declarar en el marco de la indagatoria penal por presuntos ilícitos en la gestión de Ancap. Este viernes, la jueza Especializada en Crimen Organizado de 1º Turno, Beatriz Larrieu, y el fiscal Luis Pacheco interrogaron durante unas tres horas a Álvarez en relación al contrato de publicidad entre Ancap y La Diez y por los costos de inauguración de la planta desulfurizadora de La Teja. Se trata de dos de los puntos cuestionados por la oposición durante la Comisión Investigadora y posteriormente denunciados ante la Justicia. Se alegaba que La Diez fue elegida por su vinculación con dirigentes del oficialismo -particularmente, el senador Leonardo De León-, y el eventual pago de sobreprecios en la inauguración de la planta desulfurizadora. Este evento -que contó con la participación de los ex presidentes de Uruguay y Argentina, José Mujica y Cristina Fernández- tuvo un costo de 372.000 dólares. Fue organizada por la agencia de publicidad La Diez -empresa encargada de la publicidad de Ancap-, que subcontrató a la empresa Latin Design & Events, propiedad de Marcelo Rodríguez. Por este motivo, la jueza dispuso la citación de Álvarez y de Rodríguez. En este marco, Álvarez afirmó que la contratación de la agencia La Diez fue lícita y que en la Comisión Investigadora se tergiversaron varios hechos, los que fueron plasmados forma desvirtuada en las respectivas denuncias penales, según dijeron fuentes judiciales a Caras y Caretas Portal. Álvarez aseguró que las denuncias no dicen que su agencia era la más barata (unos 40 mil pesos), que tenía el honorario variable más bajo (1,5% cuando las otras licitaron por el 3%), que es la única agencia que no estaba afiliada de Adepu y que la entonces presidenta de Adepu -que declaró en la Comisión Investigadora- intentó ejercer una presión indebida ante Ancap para que la licitación fuera adjudicada a una de sus empresas afiliadas. Álvarez confirmó que la empresa no contaba con los tres años de experiencia y dijo que él sabía que en la licitación perdía por antigüedad y en otros rubros, por lo que apostó a la creatividad y al precio. Además, dijo que los casos testigos que presentó fueron piezas comerciales de las que él era el creativo y que se trata de una práctica comercial frecuente que los publicistas utilicen los trabajos creados por ellos para otras empresas. “El creativo soy yo y lo tengo que poner en mi curriculum”, dijo Álvarez ante la Sede. Además, afirmó que la contratación de La Diez por la empresa Alur no tuvo relación con su vínculo con el senador De León, ex gerente de Alur. Explicó que el contrato de Alur era con DDB -que él integraba- y Albisu Publicidad. Que en su momento él tenía un acuerdo para comprar parte del paquete accionario de DDB y transformarse en socio de la agencia, pero eso no se concretó, por lo que decidió abrirse y crear La Diez (Minitar SA). Y que en el acuerdo de separación, La Diez se quedó con algunas de las cuentas que manejaba DDB, entre ellas, Alur. Alegó que su empresa “venía en franco ascenso” en el mercado, pero que tras las denuncias de la oposición se le dificultó incorporar nuevos clientes. Y presentó un dato para mostrar la calidad de su trabajo: en los últimos 20 años de Ancap nunca ganó tantos premios en materia de publicidad como cuando la cuenta la manejo La Diez. Además, ofreció a la jueza que se disponga el levantamiento de su secreto bancario y presentó un documento autentificado por escribano con todos sus movimientos bancarios de los últimos años”. Por su parte, Rodríguez -propietario de Latin Design & Events- afirmó que los costos de la fiesta están dentro de los parámetros normales de un evento de esas características. Incluso, aseguró que este verano organizó una fiesta para un privado que tuvo una menor cantidad de invitados, pero su costo fue bastante mayor al de la planta desulfurizadora. Rodríguez aseveró que la fiesta se organizó en forma intempestiva y que sobre la marcha se supo que vendría la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, lo que encareció el evento. Explicó que Fernández presentó algunos requerimientos que debían cumplirse, como tener una entrada exclusiva al salón y de un baño privado y qué se debió cambiar el catering que se tenía contratado. A esto se sumó un incremento de los gastos en materia de seguridad y por la cantidad de invitados, ya que las autoridades argentinas solicitaron la presencia de varios integrantes de La Campora. Asimismo, Rodríguez presentó diversos documentos para justificar los gastos en qué se incurrió en la fiesta, algunos de los cuáles también fueron presentados por Álvarez. Según dijeron fuentes judiciales, Rodríguez agregó al expediente todas las facturas que se utilizaron, las cuáles estaban por duplicado, ya que una se entregaba a Ancap como organizador y otra al proveedor del servicio.

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