Se busca, asimismo, mitigar el eventual impacto de la no realización de la cosecha, además de en el aspecto laboral, en temas ambientales y riesgos sanitarios.
“Si no se realizara la cosecha, se perdería la fruta y eso podría generar problemas ambientales y originar plagas que podrían extenderse a otras plantaciones. Y Uruguay, que recuperó en los últimos años el exigente mercado de Estados Unidos, también debe velar por la calidad ambiental de su fruta y la calidad ambiental”, recordó.
El tercer objetivo es brindar un incentivo al impacto económico de esta actividad en el país, de la que dependen de manera directa 2.000 trabajadores.
“Es la Justicia la que ha resuelto que la empresa Caputto pueda continuar en actividad, administrada conjuntamente por la Liga de Defensa Comercial, designada por la Justicia como interventora, y la propia empresa Caputto”, precisó Murro.
El ministro destacó de manera positiva la actitud de los trabajadores de iniciar la zafra a pesar que la empresa tiene deudas salariales y otras obligaciones. También subrayó “la buena actitud de la asamblea de obligacionistas de Caputto”, que postergó su sesión para el 11 de abril, y que, de lo contrario, “hubiera perjudicado la búsqueda de una salida”, aseguró.