‘Es ahora Senado’, con esa frase y el fondo de color verde, que representa la lucha por el aborto en este país desde hace más de una década, muchos desde la víspera cambian su foto de perfil en las redes sociales para acompañar el proyecto por el cual cientos de féminas cruzan los dedos para que finalmente sea una realidad.
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El que ya es calificado como el debate del año por su importancia, sellará una jornada legislativa que ha sido un gran reto para un Senado que tuvo que sesionar de modo virtual este año por la pandemia y que cerrará este ciclo con una sesión que ya de por sí será histórica y se extenderá mínimo más de 12 horas.
Como sucedió con la cámara de Diputados, que ya dio media sanción a la iniciativa, la sesión comenzará a las 16:00 hora local y se extenderá durante toda la madrugada mientras en las afueras del Congreso desde la tarde de ayer hay una especie de vigilia que seguirá por grandes pantallas el debate.
Bajo importantes medidas de seguridad, la Plaza que bordea al Palacio Legislativo está dividida por vallas, de un lado de colectivos que apoyan la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, de otro los llamados providas, que se identifican con el pañuelo celeste y en contra de este método de interrupción de la gestación.
Con una grieta palpable dentro y fuera del poder legislativo, muchos consideran que el Senado es muy diferente a aquel que echó por tierra un proyecto similar en agosto de 2018 después de ser aprobado en Diputados.
Desde hace dos años, el debate del aborto ha tomado gran fuerza y era una de las prioridades de la agenda del gobierno de Alberto Fernández que, junto con este proyecto, también envió otro, el de los mil días, abocado a acompañar la maternidad y los tres primeros años de vida del recién nacido.
En manos de los senadores estará aprobar una ley que convertiría en este país, pionero en otras grandes conquistas sociales en América Latina, en uno de los pocos en la región en legalizar el aborto.
Según el portal El Parlamentario, hay pocos indefinidos para este debate. Solo cuatro legisladores no han confirmado su posición y, en principio, el resultado arrojaría 34 a favor y 33 en contra pero aún habrá que esperar al debate de este martes. De haber un empate, el poder de decisión estará en manos de la vicepresidenta Cristina Fernández.