El martes 10 el Senado dio la sanción completa al proyecto propuesto por el Frente Amplio y aprobó la “Ley integral para el fomento y acceso al cannabis medicinal y terapéutico en Uruguay”. La iniciativa contó con el respaldo de 24 firmas de diputados, al momento del ingreso al Parlamento, y el 11 de setiembre, el proyecto de ley fue aprobado por unanimidad por la Cámara de Representantes.
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«Esta ley busca dar respuesta a las dificultades de implementación detectadas, luego de un
largo proceso de diálogo e intercambio que involucró a múltiples las partes: Sindicato Médico
del Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Endocannabinología; organizaciones de la sociedad
civil como los familiares de niños con epilepsia, asociación de padres de niños con autismo,
asociación de pacientes de fibromialgia, entre otras; la Academia, la Asociación de Química y
Farmacia; los productores de aceites de cannabis medicinal; entre otros actores sociales y del
sistema político», relata el documento de prensa que comunica la aprobación.
Entre otras cosas, plantea un conjunto de medidas complementarias a la normativa ya aprobada sobre regulación del cannabis a través de la Ley 19.172 con el objetivo de mejorar la accesibilidad de los pacientes que opten por un tratamiento en base a cannabis, siempre y cuando tengan prescripción médica.
Ademas, la ley crea un marco regulatorio que promueve la producción de cannabis y sus derivados para uso medicinal y aumenta las vías de acceso.
Por otro lado, plantea la regulación de los pequeños y medianos productores que estaban elaborando sin controles de calidad, ni productos habilitados. Los productores de cannabis medicinal tendrán 60 días luego de reglamentada la ley para presentarse ante el IRCCA con voluntad de regularse.
El comunicado de prensa valora que esta ley representa un avance para Uruguay en relación a la agenda de derechos y lo ubica a la vanguardia en políticas de drogas que se encuentra «en transito hacia la adopción de un paradigma basado en la salud pública y los derechos humanos».