Contra todas las dificultades y superando muchos problemas, Alas U comenzó a volar y demostró que pese a ser un proyecto difícil, las expectativas que motivaron a sus impulsores, no fueron vanas.
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Muchas voces se alzaron en los últimos meses planteando su preocupación por la viabilidad del proyecto, pero no desanimaron a las autoridades de la empresa que continuaron creyendo firmemente en su estrategia.
Las principales dudas estaban centradas en el enorme desafío de salir a un mercado sumamente competitivo, en el que continuamente se están dando situaciones adversas que dejan en el camino a muchas empresas. Ocurrió recientemente con la argentina Sol que no pudo mantener su aviones funcionando.
“Estamos confiados en que esto va a ir bien. Todas las proyecciones y estudios técnicos así lo demuestran. La viabilidad del proyecto fue analizada y por eso se ha aprobado», aseguraron los jerarcas, saliendo al cruce de las dudas que el proyecto provocaba dentro y fuera del gobierno.
El desafío no será nada simple. Tendrá la enorme responsabilidad de ganar un nicho de mercado que se perdió hace tiempo y conquistar otros que todavía no están explotados o resultan insuficientes. Sin embargo, la convicción con que trabajaron los que llevaron adelante el proyecto, permite ser optimistas.
La página web de la empresa plantea con claridad su objetivo: “ALAS Uruguay llega para satisfacer las necesidades de conectividad en la región, en beneficio de nuestro principal objetivo:brindar soluciones a las inquietudes de pasajeros y operadores turísticos”.
La aerolínea cuenta con una flota de tres aviones Boeing 737-300 con capacidad para 132 pasajeros.
A las 13.10 hora local el vuelo YZ 704 de la compañía inició su primer vuelo con destino a la capital paraguaya.