El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su voluntad de recortar la relación con Cuba. Consultada al respecto por Caras y Caretas Portal, la embajadora cubana en Uruguay, Mercedes Vicente Sotolongo, dijo: «Nosotros tenemos una realidad que construimos a partir de 1959, después de una revolución que transformó los cimientos de la sociedad y que es un proyecto que ha avanzado más de 50 años en la búsqueda de una sociedad más justa, con los desafíos de un país que está bloqueado por el país más poderoso de la tierra, que es Estados Unidos». Haciendo un poco de historia, la embajadora consideró que «para Cuba existir como nación siempre ha sido un desafío muy grande», y recordó que «en 1902, cuando llegamos a la independencia, nos pusieron un apéndice constitucional que autorizaba al gobierno de EEUU intervenir en Cuba cada vez que lo creyese pertinente». En cambio «con la revolución fuimos verdaderamente libres y tuvimos la posibilidad de tener una realidad social que ellos no entendían porque ni siquiera entienden nuestro sistema político. Están llenos de tabúes y se ha bloqueado la realidad de Cuba. Por ejemplo, mucha gente en el mundo piensa que en Cuba no hay elecciones y nosotros tenemos un sistema que hemos aprobado en referéndum en la década del 70». Esta historia de su pueblo, para Vicente Sotolongo trasciende la coyuntura y las políticas puntuales de las administraciones norteamericanas: «Obama cambió la política hacia Cuba. Entendamos: cambió la forma, pero no los objetivos», afirmó. ¿Qué quiere decir con eso de que Obama cambió la forma pero no el objetivo? Sencillo: el objetivo siempre fue modificar el sistema político cubano. Lo que pasa es que los demócratas tienen otra forma de ver las cosas, Obama nunca declaró que no fuera ese el objetivo, sí dijo que no había funcionado por la manera ‘confrontacional’ y que lo iban a hacer distinto. Lo que pasa ahora es que Trump, al revertir algunas de las medidas, volvemos a una posición anterior en algunas cosas. Seguimos teniendo relaciones bilaterales. ¿Cómo están esas relaciones bilaterales? Antes del 17 de diciembre de 2014 entre Cuba y EEUU no había relaciones bilaterales y en el transcurso de dos años se alcanzaron una veintena de acuerdos, como correo establecido, qué hacer ante un derrame de petróleo en el mar Caribe, cosas así. En eso se avanzó. Entonces mejoró la situación. Sí, pero se hiperbolizó lo que se había mejorado. La matriz de opinión que impuso un poco la prensa, exageraba lo que realmente sucedió. Veníamos de no tener relación, tuvimos relaciones diplomáticas, pero EEUU nunca levantó el bloqueo económico. Entonces las decisiones de Trump no cambian mucho la realidad en los cubanos, ¿no les resulta preocupante? Son insultantes más que preocupantes. Hemos superado 12 administraciones norteamericanas con momentos muy difíciles. Siempre hemos dicho que preferimos el diálogo a la confrontación, que no renunciamos a dirimir las diferencias por las vías pacíficas y creemos que siempre que se hable en condición de iguales, se respete la autodeterminación y la soberanía, podemos hasta coincidir en que no coincidimos y comerciar como buenos vecinos. Ahora, eso no existe por el bloqueo. ¿Usted quiere decir que con la política de Obama no hubo cambios sustanciales? Lo que yo digo es que el bloqueo no sufrió grandes modificaciones. Nosotros no podemos operar con dólares, ni vender productos de EEUU. Eso no cambió con la política de Obama y la gente no conoce eso, entonces hiperboliza lo que sucede con Trump. Entonces, ¿Obama y Trump son lo mismo para Cuba? No, no digo eso. Digo que Obama no renunció a intereses injerencistas, pero a nivel retórico reconocía que Cuba tiene derecho a dirigir su propio destino. Trump se remonta a un lenguaje de la guerra fría, amenazante, que condiciona las relaciones a cambios en Cuba lo que para nosotros es inaceptable. Esto establece un escenario diferente pero la esencia del diferendo Cuba-EEUU nunca ha desaparecido porque tiene que ver con intereses geopolíticos de ellos. Dejemos claro que Obama no agotó todas sus prerrogativas ejecutivas para modificar cosas del bloqueo, pero era menos compleja una relación con una administración que mostraba respeto a una como la de Trump, que es un irrespetuoso a todas luces.
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