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UNA ENORME PERSONA, UN GRAN PROFESIONAL, Y FRENTEAMPLISTA DE SIEMPRE

En recuerdo del Cr. Ariel Álvarez

El pasado lunes 28 de diciembre falleció el contador Ariel Álvarez Pagani. Fue el Contador General de la Intendencia de Montevideo (IM) en el período 1990-1995, cuando por primera vez ganó el Frente Amplio (FA) en Montevideo, con Tabaré Vázquez como Intendente.

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Fue ministro del Tribunal de Cuentas de la República (TCR) en el periodo 1996 – 2010.

El ex ministro de economía Álvaro García dijo a Caras y Caretas que «fue una enorme persona, un gran profesional, presente en todos los momentos y circunstancias, defensor de la causa de la gente y frenteamplista de siempre y para siempre. Integrante de una gran familia, solidaria y militante, que tuvo otra pérdida infinita este año cómo fue la muerte de su hijo y nuestro hermano de la vida Mario».

Por su parte, el ex diputado socialista, Gustavo Bernini recordó a Caras y Caretas que «Ariel fue el contador del Banco de Londres y América del Sud hasta el 60 y pico. Yo entré a ese banco en 1977, todavía se le recordaba como un gran compañero, teniendo un cargo ejecutivo seguía afiliado a la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU). Integró desde siempre la comisión fiscal de AEBU, y fue asesor del sindicato

Fue de los que aprendí. Siempre nos decía que para poder luchar por las reivindicaciones, además de la fuerza de la unidad y la lucha teníamos que contar con la información de las empresas para poder discutir sobre el negocio que es lo que más les importa.

Integró el Tribunal de Cuentas durante varios periodos, la mayoría de las veces en minoría.

Fue una garantía, conocía el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (TOCAF) como pocos y siempre contamos con su asesoramiento.

Rigurosamente usaba traje, con una florecita en el ojal.

Un caballero, tremendo compañero».

 

DE LAS CAJAS NEGRAS A LAS COMPUTADORAS

En 1973, el entonces juez penal Héctor Amilivia procesó a Jorge Peirano Facio. El magistrado lo había investigado con el asesoramiento de seis destacados contadores, entre ellos Ariel Alvarez, por el vaciamiento del Banco Mercantil. Peirano Facio había ejercido como ministro de Industrias y de Relaciones Exteriores. Lo había designado el presidente colorado Jorge Pacheco..

Sin embargo, Jorge Peirano Facio quedó en libertad, junto a sus cómplices y familiares, apenas unos días después del golpe de Estado del 27 de junio de1973.

El banquero tenía por abogados, entre otros, a Ramón Díaz y Adela Reta.

Grandes cajas pintadas de negro contenían carpetas con todos los documentos que fueran necesarios para comprobar las operaciones ilícitas que habían sido cometidas por integrantes de la familia Peirano a través de las firmas colaterales del Banco Mercantil que tenían bajo su control, a comienzos de los años 70.

Todas las firmas colaterales, prohibidas por la normativa vigente en aquellos tiempos, estaban presididas por Juan Carlos Peirano Facio, quien resultaría procesado. Jorge, su hermano, había presidido el Banco Mercantil, pero, para entonces, había sido designado ministro de Industrias. El padre de ambos continuaría en el Banco Central.

Las carpetas, y su particular envoltorio, fueron entregados al Poder Judicial por Eduardo Sanguinetti, entonces gerente de negocios con el exterior del propio banco. Su padre, Juan Carlos, ocupaba la presidencia del Banco Central del Uruguay. Su hermano, Jorge, fue luego presidente de Ancap.

Una memorable interpelación del entonces senador Wilson Ferreira Aldunate, y varias denuncias parlamentarias, determinaron que cayera en desgracia el ministro de Industrias, Jorge Peirano Facio, el ex presidente del Mercantil, que pasara luego a ser un integrante del Poder Ejecutivo, por decisión del presidente Jorge Pacheco Areco. Ni la interpelación ni el rechazo de la opinión pública cambiaron entonces la decisión de Pacheco Areco: volvió a designar a Jorge Peirano Facio como integrante del gabinete; esta vez lo nombraría ministro de Relaciones Exteriores.

Sus antiguos cómplices continuaron impunes. La dictadura eliminó casi todas las pruebas.

La institución financiera, que se conoció como Banco Mercantil del Río de la Plata, alcanzó a ser la primera en importancia en relación a negocios con el exterior. Había adquirido, incluso, el Banco Popular, otra institución de larga trayectoria en plaza.

Peirano, mientras tanto, continuaría sus negocios y acumularía durante toda la dictadura una fortuna en tres países.

“La historia vuelve a repetirse con el Banco Montevideo; nada nuevo hay bajo el sol», dijo Alvarez, con ácida ironía, en el 2002. Y recordaba: “era tal la impunidad con la que actuaron siempre que se dio el lujo de mostrar la caja y después se la llevó”.

La instancia, debidamente documentada ante el Poder Judicial, poco pudo hacer por evitar que la misteriosa caja desapareciera de escena. Lo que nunca pudo saberse es la identidad de los clientes del Mercantil; aquellos que se beneficiaron, a sabiendas, de las transferencias al exterior. Tampoco pudo investigarse el alcance de las maniobras en toda su extensión. Peirano Facio fue trasladado a una prisión del interior, “por su propia seguridad”, arguyeron las autoridades de la época.

Perpetrado el atropello militar contra las cámaras parlamentarias, el 27 de junio, el procesado y sus cómplices fueron dejados en libertad. La causa judicial se archivó, y nunca fue reabierta.

 

PROCESADO Y REHABILITADO

El 5 de mayo de 2005 el Cr. Ariel Álvarez fue procesado por el delito de injuria. La Corte Electoral resolvió proceder a la inhabilitación cívica de Alvarez, con lo cual, no podía usufructuar sus derechos de ciudadano, como ser elegible o elector, ni tampoco ocupar el cargo público dentro del Tribunal de Cuentas. Inmediatamente, el ministro del órgano de contralor interpuso un recursos aduciendo que la pena a la que era sometida estaba suspendida, por lo cual, la Corte Electoral no podía quitarle sus derechos.

Finalmente, 7 de los 9 ministros de la Corte Electoral decidieron dejar sin efecto la resolución de inhabilitación cívica anteriormente aprobada, no por el recurso presentado por Álvarez, que fue desestimado, sino por el oficio que indicaba que el delito se había extinguido el 9 de marzo. Los dos representantes de la izquierda en el organismo, el ministro político, Wilfredo Penco, y el neutral Washington Salvo, no acompañaron esta moción, por una actitud de coherencia, ya que desde un principio, argumentaron que no se debía proceder a la inhabilitación de la ciudadanía de Ariel Alvarez.

Finalmente, Ariel Alvarez no llegó en ningún momento a estar inhabilitado, ya que no culminó el trámite para hacer efectiva la inhabilitación.

 

VOLONTÉ: 'UN HOMBRE HONRADO Y DE BIEN'
En mayo de 2005, el líder de Manos a la Obra del Partido Nacional, Alberto Volonté fue a visitar al Cr. Álvarez a su despacho del TCR, con el cual, dijo, que su actitud de solidaridad con el contador respondía a «la amistad que durante más de 15 años he mantenido con un hombre honrado y de bien».. Volonté explicó que «tenemos una vieja amistad, que se inició cuando comenzamos a trabajar juntos a partir de los años 90, yo como presidente de UTE y él como director de Recursos Financieros de la IM, durante la administración del doctor Tabaré Vázquez». En esa época, UTE había adquirido la mejor tecnología de gestión de aquel momento a través de Unión Fenosa, y la IM compró esa tecnología. «El principal impulsor y ejecutor de la modernización en la Intendencia era el contador Alvarez», relató Volonté.

 

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