Los cómicos y presentadores de televisión españoles José Miguel Monzón, alias el “Gran Wyoming” y Daniel Mateo, conductores del programa de humor y actualidad “El Intermedio”, han sido denunciados por la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos por descalificar a la cruz que corona este monumento de exaltación franquista en uno de sus chistes durante el programa. El Valle de los Caídos es el conjunto monumental que se erige sobre el cementerio que alberga la tumba de Francisco Franco, junto a otras 33.833 de combatientes fascistas de la Guerra Civil española. Su función es rendir honor a los que murieron luchando en el bando nacional de este conflicto. En el programa emitido el 10 de mayo del 2016 los citados cómicos realizaron el sketch titulado ‘las cinco cosas que nunca te han contado sobre el Valle de los Caídos’, en el que recordaron cuestiones como las subvenciones que este lugar recibe a cargo de la Comunidad de Madrid para su mantenimiento. En este contexto pronunciaron las siguientes palabras: “El Valle de los Caídos alberga la cruz cristiana más grande del mundo, con 200.000 toneladas de peso y 150 metros de altura, el triple de lo que mide la torre de Pisa. Y eso es porque Franco quería que esa cruz se viera de lejos; normal, porque quien va a querer ver esa mierda de cerca». Por este comentario, la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos inició un trámite de querella contra los dos cómicos por lo que consideran un delito contra los sentimientos religiosos. Inicialmente, el Juzgado de Instrucción número 4 del municipio de Alcorcón inadmitió la querella contra los humoristas, pero el pasado miércoles la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Madrid admitió el recurso de apelación. La defensa de Monzón y Mateo sostiene que el contexto general en el que se expresó dicha frase evidencia que el calificativo “mierda” se dirige exclusivamente contra la representación de la cruz en el Valle de los Caídos, así como contra quien ordenó su construcción. Por tanto, considera que no existe ofensa alguna al sentimiento religioso de todos los cristianos ni ve que exista delito de odio, ya que se trata de una «opinión personal amparada por el derecho a la libertad de expresión», a pesar de que su contenido pueda «molestar, inquietar o disgustar a quien se dirige». En los últimos años varios cómicos y tuiteros han sido denunciados y procesados por realizar chistes sobre autoridades franquistas o sobre la banda terrorista ETA, amparándose en el delito de odio y de apología del terrorismo.
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