Martina Fernández y Lucila Hernández, de primer año del Liceo 2 de San José y responsables de la investigación “Influencia de la Antártida en los adolescentes”, y Yéssica Machado, Tomás Núñez y Marcos Gómez, de 6° año de la Escuela 65 de Treinta y Tres y autores de “Antártida, ¿un continente silencioso?”, regresaron este jueves a la Base Aérea N° 1 de la Fuerza Aérea. Los adolescentes, acompañados por tutores, maestros y profesores, finalizaron así una experiencia única en la base uruguaya, donde por seis días pudieron participar de las actividades que realizan los investigadores de las facultades de Ciencias y de Química, de la estatal Universidad de la República, junto a colegas del Instituto Clemente Estable. El grupo tuvo la oportunidad también de observar las maniobras de descarga de combustible, víveres y materiales de parte del buque ROU 26 de la Armada el viernes 20, cuando arribó a la Base Artigas tras 10 días de navegación. El objetivo fue estimular la exploración del continente antártico mediante la investigación, sostuvo el responsable de la Expedición Científica Antártica Estudiantil (ECAE), Waldemar Fontes. Esta visita estuvo precedida por una comitiva de autoridades y técnicos liderada por los ministros Rodolfo Nin Novoa, de Relaciones Exteriores, y Eneida de León, de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. La expedición fue una iniciativa del Instituto Antártico Uruguayo (IAU), que convocó a niños y niñas que cursan 5º o 6º año de Enseñanza Primaria y a jóvenes del Ciclo Básico de Enseñanza Secundaria o el Ciclo Básico Tecnológico. Para logar formar parte del grupo hubo que participar de un concurso con propuestas de investigación sobre temática antártica, para lo cual se debía formar equipos representantes de una institución educativa, compuestos de hasta tres estudiantes, más un docente que actuará como tutor. En ese caso, la clave es la utilización del método científico, como instrumento de estudio pero también como motivación y estímulo a la curiosidad y creatividad de los alumnos del Consejo de Educación Inicial y Primaria, del Consejo de Educación Secundaria y del Consejo de Educación Técnico Profesional-UTU. Fernández expresó que el viaje fue una “experiencia única” y que para ella fue un orgullo estar en la primera expedición científica estudiantil que viajo al continente blanco. Por su parte, Fontes lo calificó como una “experiencia maravillosa” y relató que todo el equipo docente como de estudiantes se integró completamente a las actividades que se realizan en la Antártida. Subrayó que los jóvenes llevaron alegría al personal de la base que estuvo atento a las necesidades de los chicos y sus tutores. Los estudiantes participaron de experimentos científicos junto con investigadores que ya trabajaban en los laboratorios de la Base Artigas e interactuando con otras bases. Sobre la Base Artigas, Fontes explicó que está en un momento de mucho trabajo, pues se realizó entrega de combustible y de víveres para toda la campaña, y también se están haciendo varias refacciones. También viajaron ministros La dotación Antarkos 33 también recibió desde el 18 de enero en la Base Científica Antártica Artigas a una comitiva oficial encabezada por los ministros Rodolfo Nin Novoa, de Relaciones Exteriores, y Eneida De León, de Vivienda y Medio Ambiente, a la que luego se sumaron liceales y escolares ganadores de sendos proyectos de investigación relacionados con la zona. La delegación gubernamental viajó con la meta de promover y desarrollar políticas que afiancen la política antártica de Uruguay. Esta delegación, liderada por los ministros Nin Novoa y De León, también fue integrada por el sub subsecretario de Defensa, Daniel Montiel, y su par de Transporte y Obras Publicas, Jorge Setelich, la presidenta de Ancap, Marta Jara, el director del Instituto Antártico Uruguayo (IAU), Albert Lluberas, y el delegado de cancillería en este último organismo, Alberto Fajardo. La Base Científica Antártica Artigas fue inaugurada el 22 de diciembre de 1984 por un contingente de científicos y personal del IAU, luego de que viajes anteriores y estudios realizados hicieron posible tomar la decisión de instalarla en la isla Rey Jorge, de unos 10 kilómetros de largo por cinco de ancho y perteneciente al archipiélago Shetland del Sur. En esa isla también se encuentra la base chilena Presidente Eduardo Frei Montalva, que cuenta con un aeropuerto administrado por la fuerza aérea de ese país, el cual fue utilizado por Uruguay para el aterrizaje del Hércules C 130 que transportó a la delegación. Esta base uruguaya opera todo el año con una dotación de nueve personas, que se distribuyen en un jefe, mecánico, buzo, electricista, médico, enfermero, meteorólogo, cocinero y un operador de radio. Durante la campaña de verano, que comienza en diciembre y finaliza en abril, llega personal científico y técnico para cumplir con los objetivos previstos para esos meses. “La permanencia de Uruguay en el continente antártico debe ser un proyecto de todo el país”, enfatizó la ministra De León antes de su regreso al país. La dotación de la Base Artigas, al mando de Gustavo Dal Monte, continuará su misión hasta el 20 de diciembre, momento en que será relevada y comenzará un nuevo año para la comunidad antártica.
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