Un misil modelo Hellfire fue enviado a España en el marco de las maniobras militares que la Otan realizó en el país. Cuando estos ejercicios terminaron, el proyectil fue enviado a la ciudad alemana de Frankfurt, y desde allí, por razones desconocidas fue trasladado a París, y enviado a través de la compañía Air France a La Habana.
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Según informó el diario The Wall Street Journal, las autoridades estadounidenses se encuentran en proceso de averiguación acerca de si fueron meros errores los que causaron esta anomalía, o un caso más complicado de soborno.
Las consecuencias de la pérdida de este misil diseñado para helicópteros, aviones y drones Predator, podría suponer un problema para Washington, ya que el gobierno cubano podría filtrar tecnología militar estadounidense a terceros. «Los funcionarios estadounidenses temen que Cuba transfiera tecnología de los sensores y sistemas de guiado (del proyectil) a países como China, Corea del Norte o Rusia», señala el diario.
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