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Experto: Destitución de Rousseff no fue un golpe parlamentario, fue un «golpe híbrido»

El expresidente de la Comisión de la Verdad Adrián Diogo afirma que hablar de “golpe parlamentario” sobredimensiona el papel jugado por los congresistas brasileños y subestima el de otros grupos de poder más ocultos y determinantes.

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El expresidente de la Comisión de la Verdad de San Pablo, Adrián Diogo, aportó un enfoque alternativo acerca del “impeachment” culminado hace casi un año contra la expresidenta brasileña Dilma Rousseff. Según explicó Diogo en entrevista con Página 12, calificar el mencionado proceso como un “golpe parlamentario” de alguna formal sobredimensiona el papel jugado por los congresistas brasileños y subestima el de otros grupos de poder más ocultos y determinantes. Según el experto, en esta iniciativa intervinieron decisívamente una parte del Poder Judicial, grupos ultraderechistas organizados en la sociedad civil íntimamente ligados al gobierno de EEUU, los grandes medios de comunicación privados y los poderes financieros. Por ello, Diogo emplea el concepto “golpe híbrido” para dar cuenta de una trama aún inconclusa, cuyas raíces aun no son visibles. Artífices en la sombra “Este golpe contra Dilma tiene una característica completamente diferente del de 1964, aquel estuvo vinculado a la Iglesia católica, éste tuvo una fuerte componente ligada a las iglesias evangélicas (..) estamos hablando de grupos con lazos muy fuertes con iglesias norteamericanas y también con intereses de Israel. Y además hubo la colaboración del exterior para organizar a las clases medias a través de las redes sociales”, declaró. Las “guerras híbridas” se definen como estrategias de desestabilización que parten de la movilización de sectores de clase media-alta de la sociedad en forma de manifestaciones espontáneas. Esto se combina con actividades de desestabilización y acciones armadas a cargo de grupos de choque financiados desde el exterior, a los que se añaden campañas desinformativas a cargo de los grandes grupos de comunicación internacionales. Indicios Así, si bien en Brasil no se llegó a la fase de violencia armada que se vio en Libia, Siria y que se está viendo actualmente en Venezuela, hay elementos que permiten asociar los hechos que allí tuvieron lugar con este tipo de intervenciones. Entre otras cosas, Diogo señala que en año 2013, cuando comenzaron las protestas contra Dilma, aumió como embajadora de Brasil Liliana Ayalde, quien había servido previamente en Paraguay, siendo denunciada como colaboradora del golpe que derrocó a Fernando Lugo. Tras el derribo de Dilma, Ayalde fue promocionada y ascendida a vice jefa del área civil del Comando Sur de Estados Unidos. Si bien aún no existen pruebas de la intervención estadounidense en el golpe contra Rousseff, Adrian Diogo sostiene que hay innumerables vacíos en el proceso que deben aclararse.

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