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Política

Análisis de las elecciones

FA sale ganando con la irrupción de nuevos partidos minoritarios

Dos politólogos dijeron a Caras y Caretas que los sectores políticos minoritarios les restan votos a los partidos tradicionales y hacen posible que los blancos y colorados pierdan lugares en el Parlamento.

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Por Lucía Barrios

Obnubilados por los resultados de las elecciones internas, los medios de comunicación y los políticos dejaron en segundo lugar el rol de los partidos minoritarios en estas elecciones. Sin embargo, parecería ser que ocuparán un rol central en estos comicios, no sólo porque no se habían presentado tantos competidores desde la reforma de 1994, sino porque para el próximo gobierno existen altas chances de que no existan mayorías parlamentarias. Ante esta situación, Caras y Caretas consultó a la politóloga, docente universitaria e investigadora de la Universidad de la República, Alexandra Lizbona Cohen, y al doctor en Ciencia Política, investigador y docente, Antonio Cardarello, quienes afirmaron que la dispersión de votos ante el surgimiento de nuevos partidos minoritarios favorece al Frente Amplio (FA).

Los politólogos sostuvieron que esto sucede debido a que los sectores políticos minoritarios le restan votos a los partidos tradicionales y hacen posible una segunda vuelta. Además, las bancas que podrían conseguir los partidos minoritarios, en caso de tener una buena votación en octubre, serían lugares que perderían los blancos o los colorados, lo que le brindaría un mayor peso parlamentario al FA.

“Al FA hoy le favorece la dispersión del voto generada por los partidos minoritarios. Si los partidos chicos votan bien pero no alcanzan los votos suficientes para obtener bancas, como fue el caso de la elección de 2014 donde el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) tuvo 17.000 votos pero no llegó a 1 diputado por  Montevideo, eso le permitió al FA obtener la banca 50”, opinó Lizbona.

“La fragmentación de la oposición podría favorecer al FA en sus posibilidades si sigue siendo el partido más grande en la adjudicación de bancas. Pero hay que ver la evolución ahora con los candidatos definidos”, sostuvo Cardarello.

La fragmentación de los partidos en ciencia política es un concepto que  expresa la distribución de votos entre los diferentes partidos que compiten en una instancia electoral. Por tanto, mide el número de unidades partidarias en que está dividido un sistema de partidos según los votos obtenidos, de manera que, a mayor número de partidos, se dirá que existe mayor grado de fragmentación electoral.

 

Votaciones

A pesar de que no se puede hacer correlaciones entre elección primaria y general, la votación del pasado domingo da algunas pistas, opinó Lizbona.

«Por ejemplo, Cabildo Abierto puede proyectar una base de dos diputados y si logra crecer un poco más hasta un senador. Como las bancas de Cabildo son del Partido Colorado, no son lugares que pierde el FA», agregó.

El Partido Independiente (PI), Partido de la Gente y Unidad Popular tienen una «situación bastante comprometedora», opinó Lizbona.

El PI tuvo una “muy mala votación” y le será “muy difícil atraer” votantes, y partidos chicos como Unidad Popular tendrá el desafío de mantener su banca; mientras tanto, en el Partido de la Gente no hay una proyección certera sobre si obtendrá bancas, dijo la politóloga.

“Lo que está claro es que si alguno de estos partidos pequeños vota bien pero no llegan al Congreso, eso hace que las 99 bancas de la Cámara de Diputados se tengan que repartir entre menos partidos, entonces el FA se verá favorecido, porque aunque lo más probable es que no tenga mayoría parlamentaria, va a ser el partido que obtenga más cantidad de votos en octubre y, por tanto, lo favorece al quedar primero en la disputa de la primera vuelta”, agregó.

“En suma, en octubre la dispersión del voto en partidos minoritarios y en votos blancos y anulados por un lado favorece una segunda vuelta para la elección presidencial, y por el otro, en caso que esos pequeños partidos no lleguen al congreso, favorece en última instancia al FA en cuanto a su peso legislativo por ser el partido más votado en primera vuelta”, resumió.

Consideró que el FA debería enfatizar en su estrategia electoral y campaña de comunicación los problemas que tiene el “acuerdo multicolor” que aspira hacer la oposición.

“Si el acuerdo  entre blancos y colorados se ha roto en otros momentos de la historia, el FA debería cuestionar lo que sería una coalición entre blancos, colorados, Cabildo Abierto, Partido de la Gente, Partido Independiente y alguno más; eso sería un juego de ajedrez difícil de resolver y por tanto otorga riesgos en términos de gobernabilidad”, agregó.

 

Riesgos de la fragmentación

Por su parte, Cardarello señaló que ningún sistema fragmentado es bueno para el funcionamiento del sistema político. “Es una vieja discusión teórica, si hay que lograr que el sistema electoral estimule una mayor representación, o sea, que todas las voces de la sociedad tengan igual oportunidad de acceso a la representación dentro del Parlamento, o si lo que hay que estimular es la posibilidad de generar mayorías que permitan gobernar efectivamente”, agregó.

Afirmó que tener 8 o 10 partidos minoritarios no había pasado desde la reforma constitucional de 1996 en Uruguay. “Antes sólo bastaba con lograr algunas firmas para inscribirse en la Corte Electoral. Luego, implementada la reforma y el mínimo de 500 votos que se exige, la oferta en octubre ha estado reducida a 4 o 5 partidos”, señaló.

“El sistema uruguayo tiene una representación legislativa muy proporcional, por eso alcanza con un porcentaje de los votos para tener representación parlamentaria. Ese es un estímulo que da el sistema a que los partidos chicos se presenten a competir, porque con una votación medianamente buena pueden llegar a tener un escaño en el Parlamento”, agregó.

Mientras tanto, lo que prefieren los partidos que están más institucionalizados y son más  grandes es que haya menos partidos representados para aumentar su propio porcentaje de representación, explicó el experto.

 

Caracterización de los partidos minoritarios

Según Lizbona, es importante caracterizar a los partidos minoritarios para ver qué demandas y sectores sociales pretenden representar.

La politóloga sostuvo que es importante analizar el momento y la coyuntura en que nacen estas agrupaciones para ver cómo canalizan determinadas visiones políticas.

“Una cosa es el Partido Independiente (PI), que tiene una identificación ideológica más de corte socialdemócrata, más de centro izquierda, que un sector como el Partido de la Gente, liderado por (Edgardo) Novick, que aparece en la escena electoral a partir de las elecciones departamentales en Montevideo”, señaló.

El PI, por ejemplo, surge a finales de 2002, en un contexto de crisis económica financiera, a partir de que algunos dirigentes estaban en desacuerdo con lo que iba a hacer el acompañamiento al Frente Amplio, explicó Lizbona.

“Surge en un momento de crisis económica, tiene representación parlamentaria, primero a nivel de representantes y recién en esta legislatura logró tener un escaño en Senadores. Mieres pasa a ser una voz que intenta levantar la idea de la socialdemocracia, con alguna raíz de democracia cristiana”, agregó.

Por su parte, Unidad Popular fue un sector que se fue del FA y representa a la izquierda. Mientras tanto, Cabildo Abierto y el Partido de la Gente nacen para estas elecciones y representan a la “derecha”, afirmó la politóloga.

“Hay que distinguir en el espectro ideológico dónde se ubican todos estos partidos minoritarios. En estas elecciones hay un corrimiento claro hacia la derecha: eso se ve en Cabildo Abierto y el Partido de la Gente. En esta elección tenemos dos partidos minoritarios que buscan representar a la derecha uruguaya. Cabildo Abierto es ese voto silencioso que quizás en Uruguay estaba mucho más tapado, a diferencia de Chile, que la gente pinochetista lo manifiesta, no lo calla”, agregó.

Consideró que es “interesante” el fenómeno de Manini Ríos, porque surge dentro de las Fuerzas Armadas, oponiéndose al Poder Ejecutivo.

“Hay que observar que él mismo viola y no toma en consideración las reglas democráticas y la división de poderes, al no respetar el lugar de las FFAA en las sociedades actuales. Es interesante ver cómo una persona así emerge, a pesar de no tener ideas democráticas. Sin embargo, utiliza el método democrático y de competencia para salir a representar a una parte de la sociedad y posicionarse en el sistema político.  Esto es un riesgo. Hay que analizarlo, seguirlo, porque en otro contexto Bordaberry eligió también la vía democrática y después ya sabemos cómo terminó el asunto”, agregó.

Por otra parte, señaló que Novick, cuando se hizo conocido en la vida política, fue “muy exitoso” en las elecciones departamentales, pero hoy se posiciona en un lugar “más marginal”.

“Eso sucede debido a que el empresario local terminó siendo batallado por uno con un capital más transnacional como Juan Sartori. El fenómeno Sartori desplaza el protagonismo de Novick”, agregó.

 

El verdadero poder: el chantaje

El poder que verdaderamente tienen los partidos minoritarios es lo que se conoce en ciencia política como “chantaje”.

“Los partidos son importantes en el momento que entran en el Legislativo. Cuando están por fuera, podrán tener un discurso en la escena política, podrán estar en los medios de comunicación, pero cuando pensamos en cómo afectan en la gobernabilidad, depende de si ocupan un lugar en el Parlamento. Lo importante es ver si hay o no mayoría parlamentaria, porque si no la hay, la actuación de los partidos minoritarios se vuelve clave”, agregó.

El protagonismo de estos partidos radica en convertirse en “jugadores de veto” cuando dentro del cuerpo legislativo no hay mayoría parlamentaria, explicó Lizbona.

“En estas tres legislaturas el FA tuvo más o menos mayoría parlamentaria. Pero (el diputado) Darío Pérez más de una vez obligó al FA a buscar ese voto 50 en la Cámara de Representantes. Cuando se tiene mayoría parlamentaria, los partidos minoritarios no tienen el mismo protagonismo que cuando estamos hablando de un gobierno de coalición”, reflexionó.

Cuando el FA no ha tenido el voto cincuenta,  ha tenido que buscar el voto del Partido Independiente en temas como la legalización de la marihuana o la despenalización del aborto, explicó la especialista.

 

Votación de los partidos minoritarios

En estas elecciones Cabildo Abierto tuvo 46.887 votos, lo que representó el 4,35% del electorado, el Partido de la Gente obtuvo 6.663 votos (0,62%) y Unidad Popular tuvo 4.079 (0,38%).

Mientras tanto, el Partido Verde Animalista obtuvo 3.029 votos (0,28 %), el Partido Ecologista Radical Intransigente llegó a tener 2.553 (0,24%), el Partido Independiente obtuvo 2.015  (0,19%) y el Partido Digital 595 (0,05%).

 

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