El pasado jueves murió a los 59 años el único testigo presencial del asesinato del director de cine italiano Pier Paolo Pasolini, Giuseppe Pino Pelosi. Esto dificulta seriamente la aclaración de uno de los crímenes más controvertidos de los «Años de Plomo» italianos, marcados por el trasfondo de la Operación Gladio tejida por la CIA.
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En las últimas décadas los testimonios de Pelosi fueron contradictorios. Inicialmente el testigo declaró que él mismo mató a Pasolini tras haber sido forzado por el cineasta a tener relaciones sexuales. Sin embargo, el estado del cuerpo del director italiano indicaba que varias personas habían participado en la golpiza que terminó con su vida.
A esto se suman los odios que el cineasta había cosechado entre sectores de la oligarquía y la ultraderecha italiana debido a sus declaraciones políticas, a sus provocadoras películas y a su condición de homosexual. Esto ocurrió en unos años especialmente virulentos en los que la CIA apoyaba en la sombra a varias organizaciones fascistas en asociación con la inteligencia italiana en una operación destinada a hacer perder apoyos al Partido Comunista Italiano (PCI), la Operación Gladio.
Contradicciones
En 2005 Pelosi realizó una nueva declaración acerca del asesinato en la que se refirió a otros tres implicados en el crimen. Estos eran tres hombres de mediana edad con acento sureño o siciliano, quienes supuestamente torturaron y golpearon a Pasolini hasta la muerte mientras se referían a él como «fetillo», «cerdo comunista» y «maricón».
Pelosi declaró que en su primera declaración había mentido debido a las posibles represalias que su testimonio podría conllevar. Las sospechas también apuntaron en un momento a un criminal apodado Johny el Gitano y a los hermanos Borsellino. Estos eran dos militantes sicilianos de extrema derecha a quienes un policía infiltrado escucho jactarse del crimen del director de Saló o los 120 días de sodoma. Ambos fallecieron en los años 90 estando enfermos de Sida.
El abogado de la familia Pasolini, Nino Marazzita, declaró este viernes que «Pino Pelosi nunca quiso contribuir para que se llegara a la verdad sobre la muerte de Pier Paolo Pasolini. Se llevó desgraciadamente el secreto a la tumba».
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