Antes de fin de año se extenderá a todo el país la aplicación de las tobilleras electrónicas, informó la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi
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Durante una evaluación efectuada por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Arismendi destacó la experiencia exitosa con la implementación de las tobilleras en casi el 100 % de los casos.
El 17% de las denuncias por violencia contra las mujeres que llegaron al sistema judicial se resolvió mediante la colocación de una tobillera electrónica, y, de este 17 %, el 100 % fue altamente positivo, afirmaron las autoridades.
Indicaron que el sistema atendió unos 1.000 casos y, como son dispositivos dobles, llegaron a unas 2.000 personas. Antes de finalizar el año se podrá contar con tobilleras en todos los departamentos del país. En abril quedarán activas en los departamentos de Cerro Largo, Treinta y Tres, Salto y Paysandú.
Sobre la violencia contra las mujeres, la ministra Arismendi definió: “Tenemos que trabajar para erradicar las relaciones de poder que permiten que una persona le quite la vida a otra por pensar que es de su propiedad”. En ese sentido, sostuvo que la sociedad uruguaya tiene que reflexionar sobre la violencia de género, y la expresión multitudinaria en las calles, el pasado 8 de marzo, demostró la preocupación que existe por este tema.
Añadió que el trabajo interinstitucional es muy importante para un país y, en ese sentido, abogó por la necesidad de continuar estudiando estos temas y que sigan siendo parte del trabajo colectivo del Estado. “Acá no se trata de cada uno por su lado, sino del diseño logrado al haber podido sentarnos todos juntos y abordar el tema”, dijo.
Por su parte, el director de la OPP, Álvaro García, recordó que 2015 fue un año de evaluaciones, en el cual estuvo enmarcado este estudio de diseño, implementación y desempeño (DID). A su entender, las evaluaciones no se relacionan con la reforma del Estado, como se debería, pero “la cultura de la evaluación que el Estado hace es fundamental a la hora de tener un aprendizaje de las políticas mismas”, explicó.
Diseño, implementación y desempeño son tres fases de evaluación de una política pública, subrayó García. El diseño debe ser evaluado para saber si fue adecuada o no; si tiene un buen diseño pero no logra ser bien implementada, también se deberá pensar en modificarla. Finalmente, García afirmó que el desempeño es clave para medir los resultados obtenidos con esta política.