El Procurador General de Brasil, Rodrigo Janiot, afirmó que el presidente de Brasil Michel Temer y el senador -destituido- Aécio Neves complotaron para impedir el avance de la investigación Lava Jato. Por este motivo, Janiot solicitó al Supremo Tribunal Federal (STF), máximo órgano de Justicia de Brasil, un pedido para juzgar al presidente Temer por un delito de “obstrucción a la Justicia”. “Se verifica que Aécio Neves, en acuerdo, entre otros, con el presidente Michel Temer, buscaron impedir que las investigaciones del Lava Jato avancen, ya sea por medio de medidas legislativos, ya sea por medio del control de los delegados de la policía que conducirían el procedimiento”, afirmó Janiot, en el dictamen remitido al STF. Este jueves, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Edison Fachin, autorizó ela apertura de una investigación contra Temer para determinar si este cometió un presunto delito de obstrucción a la Justicia. De esta forma, el presidente brasileño -que asumió tras el impeachment a Dilma Roussef- pasa a ser formalmente investigado, en el marco de la Operación Lava Jato. En este marco, Janiot valoró que existen indicios de que Temer habría incurrido en, al menos, tres delitos: obstrucción a la Justicia, corrupción y organización criminal. “Es importante consignar que uno de los delitos que se cometieron es el de corrupción pasiva, lo cual, cómo es sabido, presupone el ejercicio del cargo de función pública por parte del agente”, afirmó Janiot en su dictamen, según informó el sitio Folha de San Pablo. La imputación de la Fiscalía es resultado del contenido del acuerdo de delación premiada que la Procuraduría General de Brasil firmó con los empresarios Wesley y Joesley Batista, dueños del grupo JBS, uno de los mayores productores de alimentos de Brasil. Cómo parte de ese acuerdos, los empresarios entregaron a las autoridades una grabación de una conversación entre Joesley Batista y Temer. En la misma, Temer brinda su aval para continuar con el pago de coimas al diputado Eduardo Cunha, promotor del impeachment contra Dilma Rousseff, y al cambista Lúcio Funaro, a cambio de su silencio. Tras la difusión de los audios, Temer realizó una conferencia de prensa en que negó las acusación en su contra y afirmó que era víctima de un gran complot para apartarlo de su cargo. «Nadie llega aquí para pedirme la renuncia. Por el contrario, todos me piden que resista. Resistiré (…) Saldré de esta crisis más rápido de lo que se piensa», afirmó Temer ante la prensa. En este marco, Janiot afirmó -en otros dictámenes enviados al STF- que el esquema de corrupción detectado en la operación Lava Jato se sigue produciendo en la actualidad y que la investigación -con decenas de personas procesadas- no tuvo un efecto disuasorio. “Los elementos de prueba revelan que algunos políticos continuan utilizando la estructura partidario y su cargo para cometer crímenes en perjuicio del Estado y de la sociedad”, afirmó Janiot. “Con el establecimiento de tarifas definidas, el núcleo político de la organización criminal investigada en la Operación Lava Jato promueve interacciones diversas con agentes económicos, con el objetivo de obtener ventajas ilícitos, por medio de la práctica de crímenes, sobre todo el de la corrupción”, escribió Janiot. “Eso demuestra que el esperado efecto depurador y disuasorio de las investigaciones y de la actuación del Poder Judicial lamentablemente no viene ocurriendo y el espiral de conductas reprobables continúan en marcha, en los mismos términos y con la misma o una mayor intensidad y desfachatez”, expresó Janiot, según el documento al que accedió Caras y Caretas Portal.
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