Entre el 19 y el 23 de noviembre se llevará a cabo en Buenos Aires el Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico. Ha sido convocado en el marco de un importante avance del fascismo a nivel internacional, que ha pasado de tener expresiones sociales marginales y fragmentadas, a contar con referentes colectivos como el partido Vox en España, o individuales. como el electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
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El Foro de Pensamiento Crítico ha convocado a personalidades del progresismo a nivel mundial. Se incluyen Pablo Iglesias, figura del partido español Podemos; Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil; Gustavo Petro, candidato a la presidencia de Colombia; o Larry Cohen, coordinador del movimiento Our Revolution en EEUU.
Este encuentro se da solamente una semana antes de la reunión del G20. Esta se llevará a cabo en esa misma ciudad entre el 30 de noviembre y el primero de diciembre. Reunirá a los jefes de estado que representan los países más desarrollados. Y aunque el Foro de Pensamiento Crítico no desea ser identificado como un contra escenario, inevitablemente nuclea las propuestas que desde la política alternativa se hacen al modelo imperante.
El G20 se ha convertido en el referente de los mayores representantes del capitalismo a nivel mundial. Siempre ha generado una respuesta beligerante por parte de las fuerzas alternativas que leen en esta cumbre, el escenario máximo de acuerdos de un sistema diseñado para enriquecer a un pequeño segmento de la población a costas de mantener al grueso de la población con las mínimas condiciones necesarias para vivir, y a otra importante parte de esta aún sin unas mínimas condiciones de vida.
Este espacio llega a Argentina en un momento de agitación política y social producto de la profunda crisis que atraviesa, debido a las decisiones del presidente Mauricio Macri, quien hizo un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, donde solicita un préstamo por 50.000 millones de dólares, lo que deja a la Argentina en una posición muy vulnerable ante el organismo multilateral, que generalmente cobra sus deudas con altos intereses sociales y de políticas laborales.