El pasado sábado el trabajador mapuche Rafael Nahuel, de 22 años de edad, fue asesinado en el marco de un operativo represivo de la Prefectura Naval, llevado a cabo en la localidad de Villa Mascardi (Bariloche). Nahuel recibió un disparo por la espalda y dos compañeros suyos fueron heridos de bala en el predio del Lof Lafken Winkul Mapu, el cual había sido desalojado el jueves pasado en la localidad rionegrina de Villa Mascardi. Los ministros Germán Garavano (Justicia) y Patricia Bullrich (Seguridad), realizaron una conferencia de prensa en la que justificaron el accionar de las fuerzas de seguridad calificando a los mapuches como “grupos que no respetan la ley, que no reconocen a la Argentina, que no aceptan el estado, la constitución, nuestros símbolos, que se consideran como poder fáctico que puede resolver con una ley distinta a todos». Bullrich aseguró que las desde su cartera llevaron a cabo una “acción legal y legítima». A su vez declaró literalmente que «estamos tristes y queremos mandarle a la familia de Nahuel un pésame». «El Gobierno construye y apoya todo lo que tenga que ver con la paz, con lograr sociedades más pacificas y tiene que haber un repudio generalizado de estos grupos que usan la violencia», añadió. Por otro lado, la vicepresidenta Gabriela Michetti declaró que “el beneficio de la duda siempre lo tienen que tener las fuerzas de seguridad que ejerce el monopolio de la fuerza del Estado para cuidarnos a todos y a los que viven en esa zona”. “Ante la violencia, la agresión y el ataque, una fuerza de seguridad tiene que defender a los ciudadanos y tiene que detener o generar la reacción de rechazo a ese ataque para frenarlo”, añadió. La otra versión Por otro lado, la vocera de la comunidad mapuche, Moira Millán, salió este lunes a desmentir a las autoridades asegurando que el episodio vivido en Bariloche “fue una carnicería, iban decididos a matarnos a todos”. «Nunca jamás hubieron armas de parte del pueblo mapuche, esto de decir que había un grupo armado preparado para combatir o preparado con cierta organización militar es un delirio tragicómico de parte del Gobierno», añadió. Según declaró la mayoría de personas que se encontraban en el lago eran «mujeres muy humildes, exempleadas domésticas de los barrios más pobres de Bariloche que vuelven a la tierra a hacer una vida más digna». Acerca de la versión que defiende que hubo un enfrentamiento entre partes iguales, Moira declaró «si hubo alguna piedra fue para defenderse de las balas de plomo». Para Fernando Fernández Herrero, referente social en Bariloche, dedicado a trabajar con jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, Nahuel estaba lejos de ser un joven violento. Fernández lo describió como un joven “flaquito, chiquito, siempre vestido de Boca, tratando de sobreponerse a una realidad familiar muy difícil, y a un barrio que se come a los pibes”. Cuando lo conoció, Nahuel estaba realizando la “experiencia Alto Construcciones en la que pibes desescolarizados de los barrios (en su caso del Nahuel Hue) se integraron a una escuela de Don Bosco en Frutillar, a contraturno, para aprender un oficio y hacer una práctica laboral”, según recogió Perfil.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME