El gobierno sirio denunció ante la ONU un ataque de cazas israelíes al aeropuerto militar de Mezzeh, situada en Damasco. La Cancillería siria envió dos cartas a la ONU y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Csnu) en las que solicita medidas para castigar al gobierno israelí con el fin de que no se repitan este tipo de agresiones. El Ministro de Asuntos Exteriores sirio destacó el papel del gobierno israelí en el apoyo a los grupos insurgentes, insistiendo en que la guerra que afecta a su nación fue impulsada por los servicios de inteligencia de Israel, Francia y el Reino Unido, en cooperación con sus agentes en Arabia Saudí, Turquía, Catar y otros países con el fin de “imponer su control y hegemonía sobre Siria y la región”. Según se indica en los textos, este ataque es un eslabón más en la cadena de agresiones que el gobierno de Tel Aviv ha mantenido contra el gobierno sirio desde el inicio del conflicto, y agrega que “la nueva agresión se produjo después de la mayor derrota de los terroristas del Frente Al-Nusra (actualmente conocido como frente Fath al-Sham) y sus aliados en el este de Alepo, y también después del pacto de un acuerdo de reconciliación que resultó en la salida de los terroristas de los campos de Damasco (…) y otros lugares. Esta realidad ha roto los sueños de Israel y sus aliados del Occidente, los terroristas saudíes y cataríes, que cooperan con ellos”. El ataque tuvo lugar el pasado miércoles sobre un depósito de armas y misiles de la Fuerza Aérea Siria en el aeropuerto militar de Mezzeh, situado a pocos kilómetros del palacio presidencial sirio en Damasco.
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