Un estudio reciente que observó por tres décadas a un grupo de 78.865 mujeres y 44.354 hombres afirma que la adopción de cinco hábitos saludables puede ser fundamental para mejorar la expectativa de vida.
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Hacer ejercicio de forma regular, llevar una dieta sana, mantener un peso corporal adecuado, no fumar y no beber alcohol en exceso. Son los hábitos que pueden aumentar más de una década la esperanza de vida.
Cinco factores de estilo de vida fueron cuidadosamente analizados, como tener un índice bajo de masa corporal, hacer no menos de media hora de ejercicios diarios, no fumar, ingerir alcohol de forma moderada (un vaso de vino como máximo para las mujeres y dos para los hombres) y llevar una dieta saludable. Las personas que cumplían con estos cinco hábitos lograban que el momento de la muerte llegara más tarde.
Este es el primer análisis exhaustivo sobre lo que significa adoptar un estilo de vida con factores de bajo riesgo y como esto incide en la expectativa de vida.
Los resultaron pusieron en evidencia que las personas que mantienen un estilo de vida más saludable tienen 82% menos probabilidades de morir de patologías cardiovasculares y 65% menos probabilidades de sufrir algún tipo de cáncer que determine su fallecimiento en comparación con los que adoptan estilos de vida con riesgos mayores.
Para llegar a esa conclusión el estudio abarcó treinta años en los que se llevó a cabo un seguimiento de las personas.
Para aquellos que no adoptaron ninguno de los factores de bajo riesgo la esperanza de vida al llegar a los 50 años era de 29 años más para las mujeres y de 25 para los hombres.
Los que siguieron la rutina saludable respetando los cinco enunciados ya descritos, la esperanza de vida aumentaba 43.1 años para las mujeres y 37,6 para los hombres por lo que las mujeres con los cinco hábitos de vida saludables ganaron 14 años de vida y los hombres 12 años.
El líder de la investigación dijo en un comunicado que el estudio pone énfasis en seguir hábitos de vida saludable para mejorar la longevidad en la población. El especialista puso especial atención en que el tema merezca de parte de las políticas públicas una dedicación elevada. Estas deben continuar promoviendo alimentación saludable y creando alimentos naturales así como promoviendo dietas y estilos de vida que las acompañen.
A pesar de que muchas personas saben lo importante que es comer sin dañar el organismo o mantener un peso acorde con el fin de cuidar la salud, más allá de toda apreciación estética, así como lo negativo que supone ser un fumador o un alcohólico, no existe una conciencia tan elevada del problema, con lo que se deberá apelar a seguir mejorando la educación para no desatender el cuidado de nuestro organismo.