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DE TURISTAS, VISITANTES Y RESIDENTES

Hablemos de turismo

El turismo representa 7% del PIB de Uruguay y genera 220.000 puestos de trabajo, lo que significa un impulso para la economía. Es una industria pujante, llena de elementos favorables y con algunos desfavorables. Caras y Caretas dialogó con la ministra de Turismo, Liliam Kechichian.

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No se puede ni empezar a hablar de turismo si no se tiene claro el concepto básico de qué es ser turista: si la persona no pernocta, se trata de un visitante; si pasa una noche, es un turista. Por eso, cuando desde el Ministerio de Turismo se dice que en el año 2017 hubo 4.200.000 visitantes, no significa que hubo esa cantidad de turistas. Muchos lo fueron, según la titular de la cartera, Liliam Kechichian, la mayoría pernoctó en el país; sin embargo, otros estuvieron de paso, pero hicieron la entrada por Migraciones y, a las pocas horas, la salida, por el mismo lugar o por otro, como en el caso de los argentinos que van rumbo a Brasil utilizando Uruguay en una parte del trayecto. Igualmente, el año pasado ingresaron US$ 2.300 millones. Consultada sobre cuál fue el comportamiento en esta temporada estival, Kechichian dijo que aún no está cerrado febrero, pero que “en enero llegaron unas 630.000 personas, que fue casi 9% más que el año anterior”. Eso sí, la ministra dijo que con menos gasto, pero el balance exacto se podrá tener recién luego de finalizada la Semana de Turismo. Kechichian dejó claro que los números no incluyen a los cruceristas, cuya temporada se mide de noviembre a abril, y se contabiliza aparte: “En 2017 llegaron alrededor de 300.000 pasajeros; este año también fue muy bueno”, informó.   Estacionalidad Caras y Caretas Portal quiso saber si se había logrado algún tipo de estrategia para romper con aquello de la estacionalidad en el turismo, a lo que Kechichian respondió: “Es cierto que en algunas zonas del país, como la costa atlántica, el verano es la temporada alta, pero en Montevideo hay turismo todo el año. Algo similar está sucediendo en la zona termal”. De lo conversado quedó claro que Montevideo se ha convertido en el principal destino turístico, seguido por Punta del Este y, en tercer lugar, la región termal. Luego de esos sitios de relevancia, se ubican Colonia, la Costa de Oro y Rocha, que ha tenido un comportamiento muy bueno. Por otra parte, el ministerio hace un buen tiempo que empezó a difundir la descentralización y la regionalización: “Tenemos algunas regiones, como el Corredor de los Pájaros Pintados, que son cinco departamentos del litoral del río Uruguay, que está muy consolidada, con las termas como su gran atractivo, aunque también incluye a Nuevo Berlín, San Javier, Belén, Constitución, turismo náutico, histórico, cultural, que tuvieron un comportamiento muy bueno”, indicó. Por otro lado, la región norte tiene como eje a Tacuarembó, Rivera y Artigas: “Es una zona que viene creciendo con turismo de compras, pero también relacionado con Gardel y de piedras preciosas”, sostuvo, para explicar inmediatamente que el centro sur cuenta con turismo religioso y un espacio de naturaleza que empieza a jugar un rol muy importante. “El ministerio sigue con esa mirada de turismo todo el año y para todas las personas con el turismo social”, agregó.   Turismo social La ministra dio buen pie para preguntar, casualmente, por el turismo social, que era otro de los puntos que Caras y Caretas consideraba importante: “Es parte de los compromisos programáticos que el Frente Amplio tenía como fuerza política. Ahora está quieto, al menos para la vista de la gente, porque los viajes comienzan luego de Semana de Turismo”. Aseguró que vendrá con varios productos para atender el amplio sector que abarca, desde quinceañeras, gente de la tercera edad, trabajadores sindicalizados, domésticas, empleados rurales, obreros: “El año pasado incorporamos una franja de estudiantes que ha sido muy interesante. Es un producto muy consolidado que permite acercar el turismo que es un derecho humano, que mejora la calidad de vida de la gente. Buena parte se realiza junto al Banco de Previsión Social [BPS] y es uno de los trabajos más conmovedores que tenemos en el ministerio”, señaló.   Impactos buenos y de los otros Cuando se piensa en turismo, por lo general sólo las buenas cosas vienen a la mente, ya sea relax o trabajo, según en qué se piense. Pero esta actividad también tiene impactos negativos y no está bueno soslayarlos. Por eso se le preguntó a Kechichian qué pasaba con la situación de la población residente en lugares costosos, como puede ser Punta del Este. La ministra, en principio, pareció no entender la pregunta, porque su respuesta fue: “Creo que en casi todos los aspectos es positivo, da trabajo a 220.000 personas, además de ser educación, cultura y relacionamiento entre la gente. Si bien tiene algunos problemas vinculados a lo ambiental, a la sobrecarga de personas en alguna zona del territorio que hay que entenderlas, cualquiera que hable de turismo hoy tiene que tener en cuenta esas cosas. El resto de los impactos es altamente positivo como actividad económica, social y cultural”. Sin embargo, también es cierto que en Punta del Este y su entorno, los precios de los comestibles, para poner un ejemplo, afectan a la población -si bien se le hace más fácil conseguir trabajo- cuyos salarios suelen estar más alejados de la canasta básica que en cualquier otra parte del territorio. En relación a la sobrecarga de personas de las que hablaba Kechichian, la Organización Mundial de Turismo (OMT) hace especial referencia, remarcándolo como uno de los aspectos negativos del turismo: “El impacto en los recursos que sustentan la vida, entre ellos el agua, la tierra, los alimentos, las fuentes de energía y la biodiversidad; su disponibilidad para las personas desfavorecidas puede verse amenazada por la competencia y la sobreexplotación del turismo. La degradación de bienes culturales y la ruptura de las estructuras sociales constituyen amenazas paralelas. Los problemas mundiales de agotamiento de los recursos y degradación ambiental pueden ser tan importantes como los locales, por ejemplo, el impacto del turismo a largo plazo en el cambio climático y el impacto de las medidas de adaptación y mitigación en los patrones de viaje”, dice el organismo. Al respecto, la ministra dijo a Caras y Caretas: “Estamos actualizando el plan estratégico que llegaba al 2020, extendiéndolo hasta el 2030. Estos temas de la sobrecarga empiezan a aparecer y vamos a tener que mirarlos en algunas zonas puntuales que en enero multiplican hasta por cien el turismo, como en Punta del Diablo. Son temas que están sobre la mesa y en la discusión del nuevo programa, en el caso del Frente Amplio, pero también en la visión estratégica que el ministerio está dando”, concluyó.

Turismo de congresos
El turismo vinculado a los congresos es una buena forma de ingresos, aunque Uruguay aún no ha puesto mucho ahínco en ese tema: “En este caso, el peso fuerte también lo lleva Montevideo, más allá que el Centro de Convenciones de Punta del Este empieza a tener una actividad interesante. Uruguay está bien posicionado en el ranking mundial de la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales (ICCA, por su sigla en inglés); estamos en el lugar 43”, informó Kechichian, quien considera que en ese rubro “tendremos un trabajo importante para hacer, que este año se va a ver coronado con la inauguración del Antel Arena”. Para la ministra, la culminación de esa obra “va a jugar un papel sumamente importante en este producto en Montevideo”.
 

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