Por: Mauricio Rodríguez Amaya
Haití se desangra. Varios días llevan las revueltas populares que han decretado a febrero como el punto definitivo para derrocar al gobierno corrupto de Juvenel Moise, a quien se le acusa de quedarse con más de 3.8 mil millones de dólares que Petrocaribe entregó a su gobierno con destinación a obras de infraestructura y servicios. Los manifestantes mueren a diario. Unos, por las balas asesinas del régimen protegido por El Pentágono, y otros, por el hambre y falta de atención médica. Nada se dice de ayuda humanitaria, nadie levanta la voz de indignación por esta nueva tragedia contra una isla que le enseñó a un continente entero la justa causa de la libertad.
Los ojos de la gran prensa solo miran hacia Venezuela, hablan de ayuda humanitaria a un país cuya economía está bloqueada y saboteada por los mismos que proclaman el humanitarismo. Hablan de enviar aviones repletos de humanidad, hablan de quitar del gobierno al tipo que no se arrodilla, pero callan impunemente frente a los muertos de régimen de Moise, en Haití, donde el Ejército dispara contra sus hermanos a diestra y siniestra, bajo el silencio cómplice de la misma gran prensa que se rasga las vestiduras frente a Venezuela. Pero ya sabemos que la gran prensa defiende los intereses de las trasnacionales que la patrocina, y por eso, detrás de cada segundo de información sobre Venezuela, están millones de dólares para promover una invasión militar que le entregue a esas empresas el petróleo que nunca debió dejar de estar bajo su poder. Ya sabemos también que la democracia es selectiva y que las causas democráticas sirven para resolver problemas internos de la muy desprestigiada democracia estadounidense.
No solo se trata de la selectividad de los escándalos y las noticias, sino del uso instrumental y selectivo del humanitarismo. Haití, sigue siendo de lejos el país más pobre del Continente; la reconstrucción después del terremoto sigue siendo lenta, los servicios públicos son casi inexistentes y el hambre pulula. No hay campañas internacionales para llevar comida o abrigo a los haitianos, no hay prensa ni gobiernos del norte prometiendo lanzar comida desde aviones o helicópteros, no hay campañas internacionales para devolverle el pan a los niños y a las niñas de la isla; no hay humanitarismo internacional frente a una tragedia humana que envuelve a este país ante el silencio del mundo. Haití sigue abandonada a su suerte, en manos de un gobierno corrupto al servicio de Washington, mientras desde Washington se prometen más de 150 mil millones de dólares para invadir a Venezuela.
Desde tiempos remotos, el humanitarismo ha sido utilizado como pretexto de los invasores, ha servido de bandera legitimadora de la colonización; ya lo decía el célebre humanista francés Ernest Renan, en algunos de sus trabajos repletos de humanitarismo colonial: “La regeneración de las razas inferiores o bastardas por las razas superiores está en el orden providencial de la humanidad… Gobiérnesela con justicia, extrayendo de ella, por el beneficio de un gobierno así, abundantes bienes, y ella estará satisfecha; una raza de trabajadores de la tierra es el negro[…]; una raza de amos y de soldados es la raza europea […]. Que cada uno haga aquello para lo que está preparado, y todo irá bien”.
En el mismo sentido, se pronunciaba el argentino Domingo Faustino Sarmiento, al servicio de la causa humanista de la gran potencia del norte: “Puede ser muy injusto exterminar salvajes, sofocar civilizaciones nacientes, conquistar pueblos que están en posesión de un terreno privilegiado; pero gracias a esta injusticia, la América en lugar de permanecer abandonada a los salvajes, incapaces de progreso, está ocupada hoy por la raza caucásica, la más perfecta, la más inteligente, la más bella, y la más progresiva de las que pueblan la tierra”. Sin mencionar la reconocida consigna de Monroe, de que la América está destinada a los “americanos”, en sus cartas con el presidente Jefferson quien comentaba sin vacilaciones: “Los ciudadanos de Estados Unidos abrigan los sentimientos más amistosos en favor de la libertad y de la dicha de sus semejantes del otro lado del Atlántico. En guerras de los poderes europeos sobre asuntos que se relacionan con ellos mismos, jamás hemos tomado parte, ni es conforme con nuestra política obrar de otra manera».
un analisis simplista que claramente solo puede llevarlos a conluciones parciales.compara una crisis con otra es una equivocacion tan bruta como mal intencionada.Seria muy amplia la respuesta por lo que no voy a profundizar pero apelo al analisis de cada caso y sus particularidades tambien tomen en cuenta que para uno de estos casos Uruguay estaba ayudando y se retiro gracias al gobierno actual.
Porque no te vas a la rmqtrmp troll culorroto.
Análisis estúpido y superficial….acá esta mejor comentado.
https://www.carasycaretas.com.uy/haiti-al-borde-de-la-guerra-civil-video/
Sos el mismo troll hijo de puta…facho reaccionario y Mercenario
Cierre el culo zurdito retrasado…
Se roban la ayuda extraordinaria que Venezuela envía a Haití y El Pais dice que
«la crisis en Haití es una sapicadura de la crisis venezolana»
no creo que esto tenga que ser legal LA MENTIRA NO ES LIBERTAD.
Y pensar que hay lumpen que se la creen todo lo que dice el diario facho de el país y los Yankees van a entrar en Haití también como quieren entrar en Venezuela o es que no hay nada para saquear en Haití o es porque es un gobierno que roba a su pueblo para darle al águila carroniera de los Yankees