Debido a las graves equivocaciones del accionar humano como la extracción indiscriminada de gas, y el cambio climático que afecta el planeta, el suelo de Holanda se hunde de forma inesperadamente veloz especialmente en el lado oeste.
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Estos últimos veranos más calurosos que en épocas anteriores aceleraron el hundimiento del terreno. En las zonas donde predomina el carbón formado por la descomposición vegetal la situación es irreversible. Según la Agencia de Evaluación Medioambiental un mapa digital nuevo ha recogido un proceso de deterioro ambiental que costará aproximadamente 25.000 millones de dólares para 2050.
Este proceso solía compensarse con arena y arcilla depositadas durante las inundaciones por los ríos de gran dimensión que atraviesan el país, en particular, el Rin, Escalda y Mosa. Actualmente es más difícil. La construcción de los diques data de la Edad Media y los ríos ya no se desbordan de forma periódica.
El catedrático de Geodesia y observación de la Tierra vía Satélite de la Universidad Técnica de Delft y principal investigador en la elaboración del nuevo mapa, Ramón Hanssen considera que “ya son 400 años de bombeo de agua para cultivar y criar animales en tierra seca y el suelo ha caído bajo el nivel del mar.
Esto no era desconocido pero ante el nuevo mapa vemos con claridad que en el oeste del país con suelos de turba y arcilla, la arcilla desaparece al ser expuesta a la succión periódica del agua. Esta se oxida al entrar en contacto con el aire”. Esto no solo cambiará el paisaje holandés con sus molinos, prados y grandes ciudades sino que el daño causado a los cimientos de calles y casas ya es altamente visible”
Puertas y fachadas de edificios sean desequilibrado, las grietas en las paredes están expuestas llegando a afectar hasta las alcantarillas. Varios inmuebles se encuentran construidos sobre pilones de madera por lo que las autoridades del lugar han decidido abordar el problema estructuralmente.
“Un agravante ha sido el cambio climático. Con veranos con temperaturas en aumento y sequias que se traducen en la desaparición de la turba” afirma Hanssen
La extracción de gas natural provoca seísmos de hasta 4,5 grados según sismólogos. Reducir la extracción de gas puede ser significativo para disminuir el deterioro del suelo lo que será evidenciado en un mapa que se mostrará a diario. Atendiendo el nuevo mapa digital que puntea en rojo las zonas donde el pavimento se hunde a cinco milímetros anuales, en amarillo los que caen un milímetro y en azul la tierra que sube porque el agua bombeada por la minería retorna al fondo lo que es excepcional. En el caso que no se tomen medidas urgentes el hundimiento del suelo en los Países bajos puede ser mayor a los 50 cm en los próximos 50 años lo que constituiría un verdadero desastre.