Los refugios para víctimas de violencia de género en Inglaterra tienen cada vez menos presupuesto. Entre 2010 y 2017 disminuyó un 75%, informa The Guardian. En 2019 se registraron 24.000 personas en situación de calle a consecuencia de casos de violencia intrafamiliar. Al no poder ir a refugios hacen «sofa surfing» buscando alojamientos cortos, hasta que no pueden sostenerlo.
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El 2% de las mujeres que tuvieron que abandonar su casa por violencia accedieron a refugios en todo el territorio nacional. Las alternativas son la calle o volver a la casa del abusador. La dificultad radica en probar que en la casa se está expuesta a situación de vulnerabilidad. Muchas veces no hay pruebas tangibles porque la violencia es psicológica o porque la violencia física no dejó marcas visibles al momento de denunciar. Además, deben probar que están más expuestas que el promedio de personas en situación de calle.
Varias organizaciones sociales presentaron un proyecto para que las personas en esta situación tengan prioridad para conseguir una casa. Cuando Boris Johnson asumió el mandato ese proyecto se dejó de lado.