La Corregiduría del Consejo Nacional del Ministerio Público de Brasil abrió una investigación preliminar sobre la conducta de los fiscales del caso Lava Jato debido a filtraciones que expusieron una presunta coordinación indebida con el exjuez Sérgio Moro para encarcelar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).
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«La amplia repercusión nacional demanda la actuación de la Corregiduría Nacional (órgano responsable de controlar la conducta de los fiscales). La imagen social del Ministerio Público debe ser resguardada y la sociedad debe tener plena convicción de que los miembros del Ministerio Público se atienen a la plena legalidad, manteniendo la imparcialidad y relaciones impersonales con los demás poderes constituidos», dice la orden dictada por el corregidor Orlando Rochadel Moreira, según la Agencia Brasil.
El jefe de los fiscales del caso Lava Jato, Deltan Dallagnol, y los demás integrantes de ese grupo de tareas tienen un plazo de 10 días para entregar las informaciones requeridas por la Corregiduría.
Rochadel añadió que, «sin adelantar ningún juicio de valor, se observa que el contexto indicado muestra un eventual desvío de conducta de los miembros del Ministerio Público Federal que, en teoría, podría caracterizar una falta funcional».
La decisión se produce después de que el medio digital The Intercept Brasil publicara conversaciones privadas entre el fiscal y el juez Sérgio Moro que evidencian la colaboración entre ambos para perjudicar a Lula.
Moro condenó a Lula en primera instancia, decisión que a la larga obstaculizó la carrera electoral del izquierdista hacia la presidencia; meses después, el juez fue nombrado ministro de Justicia en el Gobierno de Bolsonaro.