Las denuncias de abuso sexual no forman parte del elenco de casos priorizados por parte de la Justicia uruguaya, al tiempo que las pericias a las que son sometidos -principalmente niños, niñas y adolescentes-, para certificar la existencia del abuso operan como un elemento de revictimización. Así lo afirmó el fiscal de Corte, Jorge Díaz, en rueda de prensa. Díaz encabezó este viernes el procedimiento de asunción en el cargo de 28 fiscales ingresados por concurso de oposición y mérito y que serán asignados al interior del país. En este ámbito, Díaz fue consultado en relación al caso de las dos niñas de Artigas que filmaron con su ceibalita como una de ellas era abusada por el padre de la otra. Este caso derivó en un comunicado de la Fiscalía General de la Nación. Díaz afirmó que la actitud de las niñas “es una conducta que nos interpela fuertemente como sociedad, como adultos, de tratar de comprender y entender de por qué los niños de este país creen que los adultos no les van a creer, o están convencidos de que los adultos no creen en ellos. Eso nos interpela como sociedad”, dijo Díaz. “En la concepción de estas niñas estaba claro que si no conseguían un elemento probatorio no les iban a creer. Eso nos interpela como sociedad”, agregó Pero sobre todo el caso “interpela fuertemente” a los operadores del sistema de justicia. En este sentido, señaló que un relevamiento efectuado por la Unidad de Género de la Fiscalía General de la Nación en todo el país, en el cual se comprueba que “los casos o denuncias de abuso sexual no son delitos cuya investigación se priorice”, lo que hace que se trata de investigaciones que “llevan largo tiempo”. “Los índices estadísticos demuestran con absoluta claridad de que los casos de abusos, lamentablemente, no son priorizados”, insistió. Asimismo, se trata de procesos “donde se realizan toda una serie infinitas y sucesivas de pericias de los denunciantes, que son las víctimas, con un proceso de revictimización”. Díaz afirmó que a la Fiscalía le preocupa “muchísimo” la pericia que se le realiza a un niño cuando denuncia un caso de abuso. “Ya de por si, el mero hecho de disponerla es un acto de desconfianza de lo que el niño está diciendo”, enfatizó. Estas pericias, que se realizan para validar el testimonio cuando la víctima es un niño “no se realizan cuando la víctima es un adulto. Nos hace pensar que algo está fallando”, agregó. El fiscal de Corte explicó que este caso se encaró desde la figura del “atentado violento al pudor”, ya que el Código Penal uruguayo “no cambio”. El Código Penal “protege un bien jurídico que no es la libertad sexual de las personas, sino la moral y las buenas costumbres. Esto es propio de un Código de 1934”, afirmó Díaz, y destacó que actualmente el Parlamento estudio un proyecto de reforma del Código Penal y un proyecto de Ley integral contra la violencia de género que podrían modificar esta perspectiva. Sin embargo, Díaz aseguró que la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores acaba de dar “un paso fundamental” en relación a la investigación de los delitos sexuales, en cuanto a la aprobación de un proyecto que elimina la instancia de parte en los delitos sexuales, que “es una vieja remora que tenemos de mucho tiempo atrás”. A partir de este cambio, “se van a poder perseguir los delitos sexuales aún sin la denuncia de la víctima, sobre todo el abuso que se da en condiciones de asimetría entre el agresor y el agredido”, en el que “requerirle a la víctima tenga que hacer la denuncia para proceder es un poco grosero”, dijo Díaz. El fiscal de Corte dijo esperar que este cambio se confirme en el pleno de la Cámara de Senadores y posteriormente en la Cámara de Representantes. El comunicado de la Fiscalía Tras la difusión pública del caso de abuso denunciado por dos niñas de Artigas, la Fiscalía General de la Nación emitió un comunicado en el que destaca la actitud valiente de las niñas y señala la necesidad de confiar en la palabra de los niños cuando denuncian situaciones de abuso sexual, hechos que se producen en forma más frecuente de lo que parece. “El abuso sexual es una expresión de poder que ocurre en silencio, generalmente las víctimas no pueden hablar porque están siendo emocionalmente chantajeadas o amenazadas por el abusador, convencidas por éste de que nadie les va a creer y que cosas muy graves pueden pasar si hablan, y esto realmente funciona así en el mundo adulto, y esa es la razón por la cual este caso en especial fue muy doloroso y debería avergonzarnos a todos, porque la propia víctima, una pequeña de tan solo 10 años se sometió voluntariamente al abuso para obtener una prueba para que los adultos creyéramos en ella”. “Esta acción tan valiente de una niñita abusada debería servir no solo para que se haga justicia, sino para que toda la sociedad tome conciencia de que estas cosas pasan con más frecuencia de la que creemos y que los niños no mienten, no inventan, y que ante una situación de abuso, aunque crean que no existen pruebas, siempre deben denunciar, porque estos hechos abusivos marcan la vida de los niños para siempre y es nuestro deber hacer lo imposible para evitarlos, perseguirlos y condenarlos”, concluye el comunicado.
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