“Quizás, si el señor senador (Javier) García estudiara un poco más, se podría recibir de pediatra y ser mejor senador”. Las palabras del subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, al senador Javier García (Partido Nacional) fueron el cierre de la tensa sesión de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Senadores, en que se analizó el ingreso de balas por parte del Ministerio del Interior. Desde mayo, el senador García denuncia en “ingreso de contrabando” de 750.000 proyectiles por parte del Ministerio del Interior para su utilización por parte de la Policía Nacional. El legislador fundamenta su postura en un informe del Servicio de Material y Armamento (SMA) del Ministerio de Defensa Nacional en que se prohibió el ingreso de las balas, que ingresaron a territorio nacional y fueron guardadas en los polvorines de la Guardia Republicana. En diversas intervenciones ante la prensa, García consideró el ingreso de las balas como ilegal, irregular y contrabando. En este contexto, la comparecencia de las autoridades del Ministerio del Interior ante la Comisión hacia prever una sesión tensa. Y las previsiones se cumplieron. Según se desprende de la versión taquigráfica, las intervenciones de cada parte estuvieron plagadas de adjetivos y cuestionamientos cruzados. El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, justificó el ingreso de las balas y descartó la existencia de irregularidades o ilicitudes. Bonomi argumentó que las balas referidas no son las “dum dum” -cuyo uso está prohibido- sino balas semiencamisadas de punta blanda, utilizadas por la Policía de todo el mundo para el combate a la delincuencia. Dijo que este tipo de balas se utilizan para evitar posibles daños colaterales de las balas de punta de plomo (que por su potencia atraviesan el cuerpo y pueden causar un daño a terceros). Asimismo, el ministro afirmó que esta no es la primera vez que se produce el ingreso de este tipo de balas para la Policía Nacional. Bonomi presentó documentos que establecen que en 1999 y 2001 (bajo la administración de Guillermo Stirling) y en 2011 (durante la anterior administración) se compraron estas balas, que ingresaron sin observaciones del SMA. Incluso, la compra efectuada en 2001 refirió a balas para pistolas 357 Magnum, más potentes que las adquiridas en esta ocasión. Pero particularmente, Bonomi insistió que el ingreso de estas balas se hizo en forma legal, con el conocimiento del SMA, y que no fueron utilizadas hasta que se culminó con el procedimiento administrativo que incluyó la intervención de la Presidencia de la República y de la Fiscalía de Gobierno. También que el ingreso se realizó para evitar pagar multas a los importadores y por razones de seguridad -evitar que las balas estuvieran guardadas en un depósito de la frontera con Brasil-, por lo que fueron guardadas en los polvorines de la Guardia Republicana -que son supervisados por el SMA- hasta que se dictó la resolución que autorizaba su uso. Sin embargo, durante su intervención el ministro Bonomi no ocultó su molestia con los términos utilizados por García para definir la adquisición e ingreso de las balas a Uruguay. Incluso dijo que no respondería una de las preguntas por los calificativos utilizados: “No voy a responder esta pregunta porque es improcedente la consideración de ilegal y clandestina cuando pasó por todos los organismos y estaba discutiendo el uso la Fiscalía de Gobierno, con el resultado que después tuvo”. La respuesta del legislador Tras la intervención de otros funcionarios jerárquicos del MI que defendieron el proceder de la Secretaria de Estado, llegó el turno de García, que se mantuvo en su postura: “El señor ministro vuelve a hacer lo que hizo en el pedido de informes. En el pedido de informes que nos responde el ministerio miente y acá no solo no dice la verdad, sino que aparte mezcla las cosas”, dijo. García afirmó que la discusión no debía referir sobre balística y de cuáles son las mejores balas para la actuación policial, sino sobre de un ingreso ilegal, “no importa si son balas –como en este caso– u otro tipo de elementos”. Más allá de esto, García insistió que las balas ingresadas por el MI están prohibidas por los convenios internacionales ratificados por el Estado uruguayo e insistió con que las balas ingresaron de forma ilegal, sin autorización del SMA y por deficientes controles de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA). Y afirmó que la ilegalidad queda de manifiesta en que se terminó aprobando un decreto presidencial para aprobar el ingreso de las balas. Posteriormente, las intervenciones continuaron. Los senadores Rubén Martínez Huelmo y Charles Carrera (ex director de Secretaria del Ministerio del Interior) defendieron la actuación de las autoridades y cuestionaron los argumentos utilizados por García para justificar la tesis del ingreso de balas de contrabando. “En su intervención el senador García toma una serie de artículos, los pone en una licuadora y hace un gran mejunje”, con el objetivo de “malinformar” a la población, por lo que “hay que decir las cosas como son”, dijo Carrera. “Hoy por hoy en nuestro ordenamiento jurídico no hay duda de que esta munición está autorizada para el uso de la Policía Nacional. Eso le debe quedar claro a la ciudadanía. Nosotros en el Senado de República tenemos la obligación de señalar a nuestros ciudadanos cuál es el ordenamiento jurídico que nos rige. Creo que eso debe quedar claro porque el señor senador García hace interpretaciones erróneas del derecho”, afirmó Carrera, que también defendió el procedimiento de la cartera. Tras un nuevo intercambio entre García y el ministro Bonomi, el legislador volvió a hacer uso de la palabra: “Nos quedamos con algo que es a texto expreso: la mentira del Ministerio del Interior en la respuesta al pedido de informes del Senado al decir que se procedió así, entre otras cosas, porque nunca hubo negativa cuando a texto expreso el Ministerio de Defensa Nacional negó este ingreso. Es un hecho grave que se le mienta al Senado en la respuesta a un pedido de informes”. “Por otro lado, si todo esto era tan normal y tan natural, ¿por qué la Presidencia de la República tuvo que dictar una resolución excepcional el 8 de noviembre? Tuvo que hacerlo porque esto era absolutamente ilegal y hubo que blanquear una situación que, obviamente, comprometía mucho al Ministerio del Interior. El Presidente la República tuvo que sacar esa resolución presidencial. Todo el resto lo dejamos, vuelvo a decir, en la vitrina de lo antológico”, apuntó García. La respuesta llegó de parte del subsecretario Jorge Vázquez. El jerarca aseguró que existió una actitud contradictoria del SMA al analizar el ingreso de las balas (autorizando en 1999, 2001 y 2011 y presentando cuestionamientos en 2016), y que el procedimiento de ingreso fue transparente, con la autorización de los órganos jerárquicos y en línea con la autorización que había hecho el Poder Ejecutivo al momento de la compra. Y recordó que frente a esta situación se presentó el caso al Parlamento que habilitó por ley la utilización de estas municiones por parte de la Policía Nacional. “Entonces, frente a esta contradicción del Servicio de Material y Armamento, del oficial de turno de dicho servicio, se buscó la opinión de los organismos superiores: la Fiscalía de Gobierno, la Presidencia de la República, su asesoría jurídica y la del Ministerio del Interior”, dijo Vázquez. Esta referencia causó molestia en García, por el supuesto desmedro al “oficial de turno” que actuó por el SMA. “No es un coronel de turno. Y si fuera un coronel de turno, tiene la misma dignidad que el subsecretario de turno en el Ministerio del Interior. Un coronel no es una persona de menos dignidad que el señor subsecretario del Ministerio del Interior; es un funcionario, servidor del Estado, de la misma dignidad que usted, señor subsecretario”, dijo García. El planteo del legislador generó la reacción de Vázquez, quien aseguró que García pretendía hacerle decir cosas que él no dijo. “En ningún momento disminuyo la jerarquía de ningún funcionario, pero sí debería, de pronto, tener una resolución expresa, frente a eso, del Ministerio de Defensa Nacional, que no hubo. Acá lo que aparece es la opinión de un funcionario del Servicio de Material y Armamento, no una resolución del Ministerio de Defensa Nacional”. “Yo no disminuyo a nadie, soy muy respetuoso de todas las personas, soy muy respetuoso del señor senador García. Me parece que el señor senador García no es tan respetuoso como pretende ser, sino que es avasallante y dice que el Ministerio del Interior miente, pero él también miente cuando dice que el Ministerio del Interior contrabandea municiones. Primero debería informarse más. Quizás, si el señor senador García estudiara un poco más, se podría recibir de pediatra y ser mejor senador”, disparó Vázquez. Una referencia a la polémica que se suscitó sobre la actuación de García como pediatra, sin tener el título de la especialidad. Fue la última intervención de la agitada sesión.
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