Una particular jornada electoral se vivió el domingo 26 en Colombia; la ciudadanía fue consultada en las urnas a cerca de si aprobaban o no una serie de medidas dirigidas a perseguir la corrupción, que junto con la guerra, puede ser considerado el mayor flagelo de ese país. El mecanismo fue aprobado por el Consejo Electoral a partir de la propuesta de varios sectores políticos, principalmente de oposición, luego de que en al menos 8 ocasiones, proyectos de ley que tenían un contenido similar, se hundieran en el Congreso por ausentismo o por sabotajes de los miembros de la política tradicional colombiana. Antes de las elecciones presidenciales todos los sectores políticos del país habían asumido el compromiso de impulsar y votar el mecanismo que requería el 33% de participación del potencial electoral para ser aprobado (el total del potencial de votantes en Colombia es de 36.420.000 votos). Sin embargo, una vez definido el nombre del presidente, el sector político liderado por el ex presidente y senador Álvaro Uribe Vélez, se encargó de torpedear la iniciativa, señalándola de inútil, exagerada y de ser un derroche de recursos. De los 12.140.000 votos que requería la consulta para ser aprobada, logró 11.671.420, por lo que la totalidad de la consulta fue rechazada. La consulta incluía 7 puntos que trataban aspectos como la reducción del salario de los congresistas y altos dignatarios del Estado, que en Colombia llega a los 12.000 dólares, mientras el salario mínimo del país está en 250, la limitación para la permanencia en el Congreso por más de tres periodos consecutivos, la publicación de la declaración fiscal de los funcionarios o la muerte política de los hallados culpables por cargos de corrupción y que deban pagar las penas correspondientes en las cárceles y no en sus casas, como actualmente ocurre. A pesar de que el mecanismo consultivo no fue aprobado, los sectores que lo impulsaron aseguran sentirse tranquilos, porque aunque se perdió en la elección, según la senadora Claudia López, una de las protagonistas de la jornada: «los curruptos quedaron notificados, no los vamos a soportar más».
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