En una larga sentencia, el juez Federal Sebastián Casanello afirmó que, hasta el momento y con las pruebas incorporadas en la causa, no se ha podido probar el vínculo entre una serie de transferencias atribuidas a Juan Pedro Damiani -que él reconoce- y las acciones de lavado de activos que se le imputan al empresario argentino Lázaro Báez, por lo que adoptó “un criterio expectante” en torno a su situación procesal. El abogado Jorge Barrera -representante de Damiani en el proceso- afirmó que su cliente fue el único de todos los imputados en no se procesado. Casanello dispuso el viernes 25 de agosto el procesamiento de Lázaro Báez y otra veintena de personas, entre ellos, el multimediático “arrepentido” Leonardo Fariña, como responsables de diversos delitos de lavado de activos, en la investigación de la denominada “Ruta del dinero K”. Entre los imputados, en base a un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF), estaba Juan Pedro Damiani. El presidente del Club Atlético Peñarol fue vinculado con las operaciones financieras de la fiduciaria Helvetic Services Group SA, utilizada -según el fallo- para el blanqueo de capitales. En efecto, la UIF -como querellante- imputaba a Damiani por la operación efectuada Helvetic Services Group SA con la firma Redwood Associates Corp. El informe señalaba que Damiani recibió tres transferencias de dinero desde las cuentas de Helvetic: una con fecha 16 de noviembre de 2010, por 1.687.872 dólares; otra el 24 de febrero de 2011 por 1.391.219 dólares; y la última, el 5 de enero de 2013, por 223.000 dólares. Estas operaciones estaban reflejadas en la cuenta Nº 345411, a nombre de la firma Redwood del Citibank de Ginebra, Suiza. La UIF afirmaba que estos eran movimientos “sin justificación aparente” e acusó a Damiani de ser parte de la formación de una estructura jurídica, societaria y bancaria en el extranjero “con el fin de canalizar y disimular fondos de origen ilícito de propiedad de Lázaro Antonio Báez”. La UIF alegó que Damiani -junto a Enrique Wagner- sería el beneficio final de las cuentas bancarias radicadas en la República de Liechtenstein a nombre de Helvetic Services Group. Por este motivo, el magistrado dispuso la citación a indagatoria de Damiani. En esa instancia, Damiani presentó un escrito con su descargos. Allí, afirmó que el Estudio Damiani fue fundado por su padre y estaba integrado por un equipo multidisciplinario de profesionales de contadores, abogados, escribanos, administradores y consultores. Y aseguró que las transferencias que se presentaron estaban vinculadas con un emprendimiento inmobiliario que se realizó en Uruguay. “El 10 de mayo de 2007 adquirí con fondos propios en un remate público, una fracción compuesta de dos terrenos ubicados en lo que hoy se conoce como Isla Oeste de Lagos, en la hoy valorizada zona Este de la ciudad de Montevideo, por un monto de 800.000 dólares”, declaró Damiani. Esa suma se pagó con letras de cambio bancarias, emitidas por el Bank Boston, Sucursal Uruguay (Banco Itaú). Unas semanas después, el 5 de junio, Kurt Portmann, socio de Damiani en el emprendimiento, “firmó la reserva por otra fracción lindera a la anterior compuesta de dos terrenos por un valor de 1.200.000 de dólares (…). Esos terrenos fueron adquiridos con miras a emprender un desarrollo inmobiliario estilo country para su posterior comercialización. Dicho emprendimiento, que habría de llamarse ´Lagos´ es hoy una realidad que me llena de orgullo”, declaró Damiani. Para concretar el proyecto se utilizó la empresa Dysona SA, una sociedad anónima uruguaya, tras lo cual Damiani y Portmann decidieron utilizar una sociedad fiduciaria, por lo que decidieron contratar los servicios de Helvetic Services Group SA, una sociedad suiza, constituida y controlada en su país de origen. Helvetic Services Group SA “era un instrumento idóneo en lo que sería la estructura final del negocio, pues cumplía satisfactoriamente, entre otros entes de similar nivel internacional, ese cometido”, señalo Damiani. En este marco, Damiani justificó las transferencias recibidas por Redwood, como parte del negocio lícito que lo tuvo como partícipe. Dijo que el desarrollo del proyecto “Lagos” fue exitoso, por lo que Helvetic Services Group SA procedió a distribuir el producido de las ventas con sus empresas y las de Portman, a través de Dysona SA -como Scanlet Development SA, Administraciones y Mandatos SA y Cambremont SA-. “El dinero se desplazó desde la cuenta de Dysona S.A. -vía Helvetic ServIces Group S.A. como accionista fiduciario- a la cuenta Redwood Associates Corp. cuyo beneficiario final siempre fui yo y a la cuenta instruida por el otro beneficiario final, Kurt Portmann. La consecuencia natural de dicho éxito, fue que Dysona S.A. efectuó los reembolsos correspondientes a su accionista fiduciario Helvetic Servicies Group S.A y esta última, a su vez, (por disposición de Scanlet Development S.A. y Administraciones y Mandatos S.A., ambas de mi propiedad) depositó los fondos en la cuenta abierta -desde el año 1998 en el banco Citibank Switzerland- a nombre de Redwood Associates Corp., sociedad que, como acredito, es de mi exclusiva propiedad”, afirmó Damiani. Todo legal Tras la declaración de Damiani, el juez Casanello solicitó un nuevo informe a la UIF que insistió en vincular a Damiani con la actividad de Lázara Báez y del propietario de Helvetic, Marcelo Ramos, que también fue procesado en la causa. En este marco, Casanello concluyó que los documentos que acompañaron la presentación de Damiani confirman que este es titular de la firma Redwood y que este es el beneficiario final de la cuenta junto a sus familiares. Sin embargo, el magistrado dispuso continuar con la investigación abierta sobre este punto. “Si bien la existencia de los movimientos se hallaría acreditada, resulta determinante profundizar la pesquisa a los fines de demostrar la existencia o no de una vinculación entre las transferencia atribuidas a Damiani Sobrero –que el imputado reconoce- y las acciones de lavado que se le reprochan a Lázaro Báez». “Para esa tarea, se torna crucial no sólo culminar los análisis de la documentación preveniente de la justicia suiza, sino también reclamar los resultados de los pedidos de solicitud de asistencia jurídica cursados a Panamá y Liechtenstein, cuyas respuestas se estiman relevantes para echar luz sobre la presunta intervención de Damiani Sobrero en los hechos […] Por el momento, las consideraciones expuestas me llevan a adoptar un criterio expectante, en pos del devenir de la investigación”, afirma el fallo publicado en la página web del portal web del Poder Judicial argentino. En este marco, el abogado Jorge Barrera explicó que después de tres años de investigación el juez Casanello estableció que no existe mérito para imputar a Damiani y que la causa no se archivó en forma definitiva porque aún restan diligenciarse dos oficios, uno de los cuáles fue solicitado por la propia defensa. “El expediente no se puede cerrar con oficios pendientes […] pero él fue el único de todos los imputados en no ser procesado”, valoró Barrera. “La sentencia recoge lo que venimos diciendo desde hace tres años cuando se inició la investigación y esto es que no hay relación directa ni indirecta con Lázaro Baez”, dijo Barrera. El abogado afirmó que un informe elaborado por el abogado Leonardo Costa, agregado al expediente, es contundente en el análisis de cada una de las operaciones y sociedades que participaron en la operativa realizada por Damiani y sobre la legalidad del negocio, agregó Barrera. El abogado afirmó que Damiani contrató los servicios de una fiduciaria como Helvetic para efectuar el negocio inmobiliario “Lagos”, pero la relación de Helvetic con clientes como Damiani y otros clientes no une a los clientes entre sí. “Si un cliente A y a un cliente B contratan los servicios de un mismo estudio jurídico eso no implica que el cliente A y el cliente B tengan un vínculo. Acá es lo mismo, las operaciones investigaciones muestran que los fondos son de Damiani”, concluyó el abogado.
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