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Delitos previstos en la Ley 17.815

Justicia: cinco procesados por explotación sexual de menores

La jueza María Helena Mainard procesó con prisión a cinco trabajadores de la empresa Cutcsa, por delitos previstos en la Ley 17.815.

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La jueza Especializada en Crimen Organizado de 2º Turno, María Helena Mainard, dispuso el procesamiento con prisión de cinco trabajadores de la empresa Cutcsa, como autores responsables de un delito de explotación sexual de menores. Se trata, en todos los casos, de delitos previstos en la Ley 17.815, de Violencia sexual comercial o no comercial cometida contra niños, adolescentes o incapaces. La magistrada -en línea con el pedido de la fiscal María de los Ángeles Camiño- dispuso este miércoles el procesamiento de cuatro de los transportistas por un delito de «contribución a la explotación sexual de menores de edad o incapaces” (artículo 5º de la Ley 17.815), al tiempo que el restante fue imputado por un delito de “promesa de retribución de personas menores o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo” (artículo 4º de dicha norma). La investigación se inició tras una denuncia presentada por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) sobre presuntos casos de explotación sexual de menores en las terminales de ómnibus. El organismo había recibido una denuncia anónima, ante lo cual envío un equipo de funcionarios a esos lugares para certificar los hechos. En base a la información recopilada, se presentó la denuncia penal. Tras varios meses de investigación, la jueza Mainard libró una decena de órdenes de detención contra los transportistas involucrados. Se trataba de una decena de funcionarios de la empresa Cutcsa -personal de los coches-, en su mayoría vinculados a los servicios brindados por la Línea D, es decir, la que culmina sus recorridos en la zona del Cerro. Sin embargo, la Policía realizó un allanamiento en la terminal del Cerro, pero también en las terminales del Palacio de La Luz en Aguada y de Paso de la Arena y diversos procedimientos en las terminales de Kibón, de Buceo y la terminal Tabárez. Los extensos interrogatorios permitieron confirmar algunas de esas versiones. Así se estableció que uno de los trabajadores mantenía un vínculo con una adolescente desde que esta tenía 13 años (hoy tiene 16 años). Según señala el pedido de procesamiento de la fiscal, este hombre “la sometía a que le practicara sexo oral en el bus de Cutcsa empresa en la que trabaja, una vez finalizada su jornada laboral o el recorrido en la terminal de Playa del Cerro, a cambio según la menor, de viajes gratis en el ómnibus, en algunas oportunidades”. Más tarde, la adolescente “comenzó a salir con otros choferes y guardas de esta empresa”. En tanto, otra adolescente -amiga de la anterior- mantuvo relaciones con otros trabajadores de la empresa Cutcsa a cambio de dinero. Incluso, en este caso, la Justicia logró recuperar una conversación telefónica en la que uno de los transportistas “le promete pagar a cambio de tener sexo (…) teniendo muy presente que es un delito lo que le ofrece”. La Justicia determinó que estos transportistas (los cinco procesados y los siete que fueron liberados) tenían un grupo de Whatsapp, con el nombre “Los Fenómenos”. Sin embargo, la investigación descartó que ese grupo estuviera vinculado a los hechos denunciados, ya que se usaba para comunicaciones comunes entre compañeros de trabajo. Más allá de esto, se confirmó que los procesados y las menores se comunicaban por mensajes directos de Whatsapp o mensajes de texto.

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