Al ver las características personales, el proyecto político y las medidas del grupo de empresarios ultraconservadores encabezados por Michel Temer (que sigue acumulando procesos judiciales por acciones masivas de corrupción vinculadas al Lava Jato y las coimas de Odebrecht, cuya conexión ya alcanzó a Uruguay), es inevitable que, como ya se ha dicho en Caras y Caretas, vuelvan a la memoria los líderes del durísimo golpe de Estado de 1964, el mariscal Humberto de Alencar Castelo Branco y sus principales ministros, el geoestratega general Golbery do Couto e Silva (autor de libros como Planeamiento estratégico y Geopolítica do Brasil) y el economista Roberto de Oliveira Campos. Tras derrocar al reformista de centroizquierda João Jango Goulart e implantar un régimen de tremendo rigor, los líderes del “golpe maestro” trataron -mal o bien- de impulsar un desarrollo industrial efectivo en Brasil, que incluyó nada menos que los primeros pasos del desarrollo de la incipiente investigación informática, siempre bajo dirección estatal y respetando a rajatabla la legislación trabalhista impuesta por el presidente Getulio Vargas en la década del 40. Pese a su dureza, y a haber sido la matriz de las dictaduras que en la década del 70 asolaron América Latina, incluyendo a Uruguay y Argentina, duele decir que los líderes de la dictadura brasileña podrían ser considerados casi como grandes estadistas en comparación con la actual pandilla de depredadores improductivos, vinculados a todo tipo de corrupción y practicantes de un estilo de soberbia e intolerancia insoportable para con sus vecinos, en particular con Uruguay. Al respecto cabe recordar la amenazante visita “virreinal” del excanciller Serra para intervenir en nuestras relaciones con Venezuela, dignamente respondidas por nuestro gobierno. Estas conductas del gobierno brasileño no parecen generar indignación en grandes medios de nuestro país, que no cesan de elogiar a dichos patanes cleptocráticos, que seguramente terminen su gestión gubernamental en la cárcel. Sí corresponde nuevamente consignar las muy dignas respuestas que ha brindado nuestra cancillería, encabezada por Rodolfo Nin Novoa, ante las últimas actitudes y desplantes de la patota encaramada, seguramente por poco tiempo, en la cúpula de poder de Brasil, que es nuestro segundo socio comercial y la mayor potencia regional. Ahora, a vender todo el patrimonio Michel Temer fue el vicepresidente de Dilma Rousseff (los traidores son condenados por Dante al noveno círculo del infierno, como bien se ha recordado hace poco, refiriéndose al golpista Héctor Amodio Pérez, señalado como tal por el entonces senador Dardo Ortiz ante la Asamblea General) y, por tanto, es corresponsable de que la economía de Brasil haya caído durante dos años consecutivos en guarismos asombrosos como 3,8% del PIB en 2015 y 3,8% en 2016. Dispuesto a quemar todas las naves con tal de mantener un crecimiento económico que lo justifique (su rechazo supera 80% de la población) y eludir en lo posible las acciones judiciales que lo tienen al borde la destitución, tras imponer la brutal reforma laboral, Temer ahora ha dispuesto el mayor programa de privatizaciones presentado en más de 20 años, que supera al del gobierno del “socialdemócrata” Fernando Henrique Cardoso, siguiendo los consejos de su ministro de Economía, Henrique Meirelles, hombre de la banca multinacional. Meirelles se dispone a poner a la venta o concesionar más de 57 importantes empresas estatales, entre ellas la emblemática Eletrobras (la mayor empresa energética de América Latina, creada por Getulio Vargas, por la que espera unos US$ 6.500 millones), 14 aeropuertos, 15 terminales portuarias, varias carreteras y hasta la Casa de la Moneda. Se ha abstenido de mencionar a Petrobras y los bancos públicos, pero nada puede descartarse teniendo en cuenta su desesperación, que también abarca, obviamente, el apoyo externo. La gestión de Temer sigue siendo desastrosa: el déficit público -que los medios uruguayos no mencionan, salvo honrosas excepciones- alcanza la suma de US$ 175.000 millones, equivalente al 8,97% del PIB, en tanto que la deuda pública asciende a US$ 1,6 billones, casi 79% del PIB. La inflación, bajo las recetas contractivas de Meirelles, cayó a 6,3% en 2016, pero el desempleo aumentó a 13,3% de la población económicamente activa, o sea, más de 14 millones de desocupados. También contra el medioambiente En su irresistible avance depredador (como se ve, no hay ningún proyecto productivo en su cartera), Temer anunció la derogación del estatuto de reserva ecológica que protegía casi cuatro millones de hectáreas en la Amazonia, permitiendo realizar actividad de compañías mineras privadas. Nada de producción, solo venta o depredación de activos, primarizando aun más la economía brasileña. Se eliminó la Reserva Nacional del Cobre y Asociados Renca, que fue creada durante la dictadura militar de 1964 para proteger activos minerales estratégicos. Nótese la diferencia antes señalada. Prepotencia hacia la región El ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, anunció el interés de excluir las exportaciones de leche de la lista de productos exonerados, imponiendo una cuota de importación a fin de “terminar con las distorsiones en el mercado provocadas por las importaciones de Uruguay”, lo que significa unos US$ 350 millones para nuestro país. Nuestro ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, viajó a San Pablo para mantener un encuentro con su par brasileño y transmitir el rechazo a la cuotificación. Aguerre afirmó que “la pretensión de cuotificar está en contraposición del Mercosur, donde se propone una libre circulación de bienes. El año pasado hubo comentarios, generalmente cuando aumenta la producción de leche, que es en primavera. Este fue un invierno atípico, la primavera llegó antes de tiempo, hay un aumento de producción en Uruguay y también en Brasil, y se ve que eso despertó esa pretensión de cuotificar”. Complementando este avance proteccionista, el canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira Filho, afirmó el 29 de agosto que “no aceptará un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea [UE] y el Mercosur en el que su país tenga restringida la exportación de ternera y etanol”. La corrupción, siempre Mientras esto ocurre, el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, sigue estudiando decenas de denuncias por corrupción contra Temer y varios de sus ministros y legisladores. El martes 5 de setiembre, la Policía Federal brasileña allanó en Salvador de Bahía una casa de propiedad del exsecretario de Presidencia (entre mayo y noviembre de 2016) de Temer, Geddel Vieira Lima, actualmente en prisión domiciliaria preventiva en el marco de la operación Tesouro perdido (tesoro perdido), dentro de las investigaciones del Lava Jato, de acuerdo a O Globo. Los agentes encontraron “unas 20 cajas y maletas llenas con billetes de 50 y 100 reales [16 y 32 dólares, al cambio actual]” en la casa que habría sido utilizada como refugio para guardar el dinero. Luego de que varias máquinas trabajaran 14 horas en el recuento, la Policía informó que la suma confiscada ascendía a 51 millones de reales, unos 16,3 millones de dólares. Dichos valores “serán transportados a un banco donde serán contabilizados y depositados en una cuenta judicial”, expresaron las autoridades en un comunicado. Geddel Vieira Lima, destacado integrante del PMDB y uno de los principales impulsores del impeachment a Dilma Rousseff, debió renunciar a la Secretaría de la Presidencia al ser acusado de tráfico de influencias por el entonces ministro de Cultura, Marcelo Calero, y fue detenido en julio pasado por “presunta tentativa de obstrucción a la Justicia en una investigación sobre desvío de fondos públicos”. También el martes 5 fue emplazado el Presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Nuzman, acusado de ser el punto central de conexión en una trama de corrupción internacional que mediante el pago de coimas logró que Río de Janeiro fuese sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Además de allanar 11 propiedades, los investigadores señalaron que el exgobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral (actualmente condenado a 14 años de prisión por corrupción y lavado de dinero) pagó US$ 2 millones al senegalés Lamine Diack, entonces presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), días antes de la votación del Comité Olímpico Internacional (COI) en Copenhague en octubre de 2009, fecha en que Río obtuvo la designación, por sobre Chicago, Madrid y Tokio. Cabral está acusado de dirigir un grupo que cobraba 5% de coima en todas las obras de Río, incluyendo la restauración de Maracaná y otra docena de estadios. El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, informó que podría retirar a los ejecutivos de la empresa JBS la inmunidad obtenida tras su acuerdo de “delación premiada”, sin invalidar las pruebas para acusar al presidente Temer, debido a la aparición de nuevas grabaciones comprometedoras para los empresarios, un exfiscal y otras personalidades. Como se recuerda, Janot denunció a Temer por “corrupción pasiva” con base en testimonios de Joesley Batista, dueño de JBS, pero la Cámara de Diputados rechazó la acusación, que debía tramitarse ante la Corte Suprema. Janot cesará en su cargo el 17 de setiembre y será sustituido por Raquel Dodge, nombrada por el presidente Temer. Entretanto, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva cerró su gira por el nordeste brasileño y sigue primero en las encuestas con miras a las elecciones de octubre de 2018. Lula deberá comparecer ante el juez Sergio Moro el próximo miércoles. Moro ya lo condenó a nueve años y medio de prisión. Como se ve, por muchos motivos, Brasil seguirá siendo nuestra principal preocupación.
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Ínfima mejora en la economía
De acuerdo a los datos publicados por el Instituto de Estadísticas IBGE el viernes pasado, Brasil salió técnicamente de la recesión al crecer 0,2% en el período abril-junio, completando un segundo trimestre de incremento de la actividad económica. Esto significaría que Brasil salió de la mayor recesión de su historia luego de 12 períodos con comportamiento negativo. En el trimestre enero-marzo se registró un sorprendente crecimiento de 1%, rompiendo la crisis que había provocado una caída acumulada de casi 8% de su PIB en los últimos dos años. Los observadores estiman un crecimiento casi nulo (0,4%) este año. No obstante, este resultado fortifica -al menos en los papeles- el impulso a las reformas de Michel Temer a nivel de los organismos multilaterales.
China apoya el proceso brasileño
El presidente brasileño, Michel Temer, recibió el apoyo de su homólogo chino, Xi Jinping, durante la visita oficial que realizó a la segunda superpotencia global. China se convirtió en socio principal de Brasil en materia de comercio, inversión y financiación, y todo indica que ese trato continuará, sin perjuicio de las turbulencias que experimenta nuestro vecino. “Las autoridades chinas dieron este viernes [1º de setiembre] un espaldarazo al ambicioso programa de privatizaciones emprendido por el presidente brasileño, Michel Temer, con la promesa de seguir invirtiendo en el país”. En su discurso, Xi Jinping hizo hincapié en el aumento del intercambio económico entre ambas naciones y anunció nuevas inversiones “en los sectores energético, agrícola y de infraestructuras” de Brasil, o sea, los que Temer quiere abrir al sector privado. Brasil y China firmaron 14 acuerdos bilaterales, entre los que figura una línea de crédito de US$ 300 millones para el Banco do Brasil, y la promesa de hasta US$ 3.000 millones con destino al Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes), además de acuerdos para grandes inversiones de empresas chinas en materia de infraestructuras. “China es el principal socio comercial del país latinoamericano, con un comercio bilateral de unos 50.000 millones de dólares en los primeros siete meses de este año, según datos de las aduanas chinas. El gigante asiático es el primer mercado comprador de soja, hierro, aves de corral y ternera. Y Brasil se ha convertido en el principal destino latinoamericano del capital chino”. China apoya explícitamente el programa privatizador brasileño y lo financia. Como se ve, los negocios están por encima de las ideologías, en el caso de que estas sigan existiendo.