En la localidad china de Zhengzhóu un equipo de arqueólogos ha desenterrado una tumba en forma de pirámide, que alberga, a su vez, otra tumba en forma de cilindro de unos 30 metros de largo y 8 de ancho. Este segundo sepulcro posee un estrecho pasillo que conduce a una cúpula principal y aún se precisa determinar su antigüedad. Los expertos ahora deben dilucidar para quiénes fueron erigidos estos monumentos funerarios y el por qué de sus peculiares formas. Según la Oficina de Reliquias Culturales de Henán, provincia en donde se ubica el descubrimiento, ha recordado que ese tipo de tumbas aparecieron en el país asiático después de la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.). El hallazgo se produjo cuando se realizaban trabajos para construir un complejo residencial en esa zona.
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