La voz y la visión que del mundo tienen los independentistas –y socialistas- vascos se escuchó en Montevideo. Fue el pasado jueves en el Salón Rojo de la Intendencia capitalina y fue Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu (nacer en euskera), una agrupación independentista de carácter marxista, quién expuso la visión del movimiento sobre España, Europa y el momento que vive el mundo. Otegi, quién ha pasado 14 años de su vida en las cárceles del Estado español, disertó en un encuentro organizado por el Movimiento de Participación Popular (MPP) en la previa a su X Congreso, junto a exponentes de la izquierda latinoamericana como Gabriela Rivadeneira de Ecuador, David Choquehuanca de Bolivia y Vanessa Aguiar de Brasil. El secretario de Sortu inició su intervención aclarando que “somos independentistas no nacionalistas. Queremos un Estado para las vascas y los vascos”, alejado del estrecho concepto burgués del nacionalismo. Tras esta aclaración Otegi repasó la visión que del mundo actual tiene su movimiento. “Cuando vemos el planeta constatamos que hay una fase de aceleración de los procesos. A veces vemos que durante un lapso no pasa nada y en otro momento comprobamos que los procesos se aceleran. Entonces vemos cosas como que los padres de la unidad europea nos empiezan a decir que eso estaba mal, que establecer el euro estuvo mal”. Tras cuestionar algunos análisis que sostienen que la situación de Europa es la misma de los años 30 cuando el ascenso del nazismo, Otegi dijo que “son evidentes los tintes autoritarios que muestra la derecha en los distintos países, lo que nos lleva a sociedades más autoritarias y a la posibilidad de reeditar el caso de los años 30”. “A la gente se le vendió un sueño. El sueño del bienestar permanente. Pero cuando estalló la crisis financiera esos sueños se derrumbaron y entonces apareció el miedo. El miedo a perder lo logrado”, destacó. “Frente a ese miedo, ¿quién da certezas a una sociedad atemorizada?, por lo general son las propuestas que vienen de la mano de la derecha”, agregó. Y explicó que eso es así porque la derecha ha logrado marcar en la cabeza de la gente que los cambios no son posibles. “Venimos de una derrota histórica como lo fue la caída de la Unión Soviética”, lo que fue aprovechado “precisamente para decirle a la gente que una alternativa no es viable”. El análisis de Otegi le llevó a la conclusión de que “se va a producir por primera vez en la historia un hecho inédito: nuestros hijos van a vivir peor que nosotros”. Puso como ejemplo el caso de la pérdida de derechos y beneficios de los Estados de bienestar. “Las nuevas generaciones van a vivir peor” –sentenció-, “a consecuencia de las políticas neoliberales que impulsa la derecha para enfrentar la crisis”. ¿Qué hacer? Se preguntó parafraseando a Lenin. “En nuestra generación queríamos cambiar al mundo, pero vemos que ahora se trata de cambiar las condiciones en las que uno está en el mundo. Y no está mal. Creo que hay que hacer compartibles las dos cosas”. Recordó en consecuencia que cuando la izquierda llega al gobierno queda atrapada de la institucionalidad y “desde las instituciones no se hacen revoluciones”. En ese sentido puso como ejemplo el de su partido cuando le tocó gobernar. Aplicó un programa de limpieza y de clasificación de residuos que no fue comprendido por la gente. Se lo vio como algo impuesto y no funcionó. “Sucede que la gente no lo tomó como algo propio. Para ello se debe discutir con las organizaciones, los sindicatos. Para que ellos lo comprendan y lo adopten como algo propio para llevar adelante”. Otro concepto manejado por Otegi fue el de la paz, tanto en el País Vasco como en Europa y el mundo. Respecto al País Vasco señaló que “vivimos en un proceso de paz, pero un poco extraño. Porque para que haya paz debe haber dos partes de acuerdo y desde el Estado español no vemos interés en la marcha del proceso”. En cuanto a Europa y el mundo Otegi fue enfático al afirmar que “la izquierda debe recuperar la bandera de la paz. Estamos ante un impresionante proceso de rearme mundial, lo vemos incluso en los países nórdicos y en Japón, que hasta cambió su Constitución para permitir acciones militares en el exterior”. “Cuando vemos lo que pasa en Siria tenemos la impresión de que se trata de un gran laboratorio para luego continuar con Irán, e incluso con China”, agregó. “Por eso la izquierda debe nuevamente levantar la bandera de la paz y contra el rearme nuclear”, concluyó. Izquierda en debate Durante el encuentro, moderado por el responsable de Relaciones Internacionales del Frente Amplio (FA), José Bayardi, los cuatro expositores coincidieron en la necesidad de unidad de la izquierda y de enfrentar -y contrarrestar- la ofensiva mediática de la derecha. El encuentro fue abierto por el diputado Daniel Caggiani del MPP, quién hizo énfasis en la profundización de las luchas progresistas en el continente. Seguidamente tomó la palabra Gabriela Rivadeneira, expresidenta de la Asamblea Nacional -Parlamento- de Ecuador, quién destacó que el triunfo electoral de Lenin Moreno el pasado 2 de abril, puso un freno al llamado “fin al ciclo progresista” y que eso puso en evidencia la necesidad de una mayor unidad de las fuerzas de izquierda. Rivadeneira finalmente propuso seis ejes para la reflexión los que resumió en: cambio de la matriz cultural, -renovación de las agendas políticas, -renovación de los liderazgos, -batalla comunicacional, -batalla contra la corrupción, -una agenda común de la izquierda. Seguidamente, David Choquehuanca, excanciller de Bolivia, recordó que “el socialismo del siglo XXI no tiene que pensar solo en las personas”, sino que “tiene que ir más allá y pensar en todo lo que existe”. En opinión de Choquehuanca se hace necesario “construir desde los países del sur un nuevo orden social. Estamos tratando de volver al camino del equilibrio, volver a ser ese ser humano integral que fuimos”. Vanessa Aguiar, militante y dirigente del Movimento dos Trabalhadores Rurais sem Terra de Brasil y destacó que el caso del Frente Amplio (FA) “es expresión y ejemplo de unidad de la izquierda”. Señaló que “en Brasil tenemos diferencias para unir a la izquierda” por lo que miran con atención al FA. Respecto a la situación que vive actualmente su país señaló que “estamos viviendo el reflejo más crudo del momento que el capitalismo quiere implementar en el mundo, o sea un nuevo orden neoliberal”. Por esa razón “las políticas sociales, que datan incluso de los años 30, están siendo destruidas por este modelo que tiene como objetivo salvar al capital de la crisis. Porque vivimos una crisis económica en la que alguien tiene que perder. El objetivo de la clase dominante es destruir el trabajo con la flexibilización a la que califican como un modernización”. “Esta es la política para América Latina, hay una readecuación de la derecha, por eso es fundamental una visión internacionalista”, subrayó.
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