La manada de elefantes asiáticos que hace meses dejó su hogar en un bosque tropical del suroeste de China y lleva recorridos más de 500 kilómetros a la deriva se detuvo este lunes para tomarse un descanso cerca de Kunming, la capital de la provincia de Yunnan.
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El cuerpo provincial de bomberos forestales logró tomar imágenes aéreas con drones en las que se ve a los miembros de la manada durmiendo juntos en medio de una zona boscosa del distrito de Jinning.
Los paquidermos comenzaron a moverse de nuevo el martes por la mañana, movilizando de nuevo a las autoridades, que tratan de reconducir su recorrido, según la cadena CCTV.
En medio del temor a que los elefantes puedan volver a invadir asentamientos humanos, cerca de 630 personas y 103 vehículos de emergencia trabajan para intentar redirigirlos hacia el suroeste esparciendo comida en esa dirección. Especialistas se encuentran monitoreando por tierra y aire la trayectoria de los animales las 24 horas del día, así como el terreno circundante (sus condiciones de agua y alimento) y sus posibles rutas de migración.
Durante gran parte de su travesía por Yunnan, los elefantes pasaron casi desapercibidos. Sin embargo, a finales de mayo causaron gran alboroto en varias localidades, con destrozos en viviendas y cultivos, lo que hizo a las autoridades buscar soluciones para minimizar los daños y el riesgo de conflicto con los residentes.