La selección clasificó porque es consecuencia de su coherencia

Nada es al azar, ni de pura suerte, en la selección uruguaya hay un trabajo pensado, estudiado; con una conducta que es igual para todos, y para bien del grupo. Es la tercera eliminatoria consecutiva que Uruguay clasifica a los mundiales, este plan se trazó después de muchos años de frustraciones, y gracias a que los dirigentes se jugaron a respaldar un proceso y mantenerlo. Es cierto, vino acompañado de resultados. Después cada uno puede decir que la renovación debió ser antes, que es un grupo de amigos y muchas de las cosas que aparecen cuando no se gana, como pasó. Pero la selección también es un grupo que termina en un equipo que juega, que necesita de una forma de jugar y que los jugadores deben llevar a cabo. Un jugador solo puede ganar un partido, no un campeonato, esto es un juego de conjunto. Eso es lo primero que hay que entender. Después un técnico con mucha personalidad, y un equipo de trabajo que lo entiende a la perfección. Que podemos tener diferencias por un montón de aspectos, no tengan dudas, pero el que decide es el técnico. Disentir no quiere decir no apoyar. Tabárez tiene sus tiempos y no tiene porque seguir las corrientes externas, que muchas veces están teñidas de urgencias o ansiedades que no son buenas consejeras. Obviamente que hubo errores, eso también lo sabe el cuerpo técnico, pero lo supieron solucionar de puertas para adentro. Pero repasemos hechos. La selección arrancaba esta Eliminatoria, sin la máxima figura, Luis Suárez, suspendida por cuatro partidos. Debutaba con Bolivia en La Paz donde Uruguay nunca había ganado. Fue y ganó. Pero no sólo eso, de los seis primeros encuentros ganó cuatro, perdió en Quito ahí, cuando nadie daba dos pesos por los celestes, le ganaron a Chile en el Centenario y empató con Brasil 2 a 2, el día de la vuelta de Suárez; fue uno de los dos equipos que le empató a los norteños en su casa en toda la Eliminatoria. También tuvo dos partidos suspendido a Edinson Cavani, sumó en la primera rueda 19 de los 31 puntos totales; y 12 puntos en la segunda rueda. Esta selección nunca se bajó del tercer puesto a lo largo de la clasificatoria, ganó siete de los nueve partidos de local, perdió feo con Brasil y empató 0 a 0 con Argentina. Ganó 9 puntos de visita, producto de la victoria 2 a 0 contra Bolivia en La Paz, el empate 2 a 2 con Brasil, el empate con Colombia 2 a 2 en Barranquilla, la victoria por primera vez frente a Paraguay 2 a 1 en Asunción y el empate 0 a 0 en Venezuela. Convirtió 32 goles y le conviertieron 20, tuvo un equipo base; el cuerpo técnico utilizó 32 jugadores y fue renovando con cautela y buscando las situaciones más propicias para el jugador que se integraba. Tuvo un bajón importante entre la 12da y la 15ta fecha, perdió de visita con Chile, Brasil nos goleó en el Centenario, se nos escapó el partido en Lima con Perú, donde perdimos 2 a 1 y se empató con Argentina 0 a 0 en Montevideo, pero había plata en el banco, ese último empate venía bien. Aparecieron jugadores nuevos y se ganó en Paraguay como ya dijimos. ¿Cuántos jugadores vienen dentro de este proceso, incluídos los juveniles, que comenzó a tener en los mayores, quizás la renovación más importante en esta Eliminatoria? Hay muchos motivos por los que esta selección clasificó por tercera vez consecutiva a un mundial. Hay causalidades no casualidades. Ahora habrá que armar un plantel de 23 jugadores para ir al Mundial de Rusia, seguramente el maestro Tabárez deba tomar decisiones que ni al él mismo le van a gustar; pero sus decisiones siempre apuntaron al bien común. Edgardo Buggiano