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DE LA OPERACIÓN “CLOTILDE” A BETINGO SANGUINETTI

La vuelta olímpica la inventaron los uruguayos

La historia de corrupción de la constructora Odebrecht es parte de la mayor trama de lavado de activos de la historia de Brasil, superior a 8.000 millones de dólares; pero a Betingo le reclaman tan solo 5 millones de dólares. ¿Por qué?

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Por Victor Carrato

Andrés Betingo Sanguinetti Barros estuvo ligado a Banca Privada de Andorra (BPA) por un período aproximado de ocho años (2006-2014). Hacia fines de junio pasado, la prensa de Andorra publicó que la jueza Canólic Mingorance había encausado a 13 empleados de la antigua BPA por un presunto delito de blanqueo de dinero que provendría del esquema de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. Por eso piden la extradición de Andrés Sanguinetti. Semanas atrás, la Justicia uruguaya accedió al pedido de extradición en su contra y Betingo -hermanastro del expresidente de la República Julio María Sanguinetti- podrá contestar, por primera vez, las imputaciones en su contra. Sólo se aguarda que la Justicia de Andorra acepte las condiciones impuestas por la Justicia uruguaya para proceder a la extradición. Betingo aparece en los intercambios directamente con su correo electrónico de BPA ([email protected]) y con su nombre completo, o sea que no utilizaba ningún seudónimo como sí lo hacían los directivos de Odebrecht. Eso no lo hace culpable, al contrario, quizás muy ingenuo. Sanguinetti fue señalado por Rodrigo Tacla Durán, abogado de Odebrecht, como uno de los trabajadores involucrados “de manera directa o indirecta” en el esquema de coimas. Odebrecht niega que el abogado Rodrigo Tacla Durán haya estado en la plantilla de su empresa. Pero Tacla Durán ya contó casi todo. La historia de corrupción de la constructora Odebrecht es parte de la mayor trama de lavado de activos de la historia de Brasil, superior a US$ 8.000 millones. Pero a Betingo le reclaman tan solo 5 millones de dólares. Betingo también utilizaba su correo electrónico particular ([email protected]), como por ejemplo cuando Olivio Rodríguez Junior (alias Gigolino, Gigo y Maverick) le reclama por el “rebote” de un depósito de 5 millones de dólares en su cuenta. Ese “valijero”, Olivio Rodrigues Junior, ya se acogió a la delación premiada y comenzó a cantarle a la Justicia brasileña lo que sabe sobre todo ese entramado offshore. Para recibir esos millones de dólares que llegaban desde Panamá y Antigua y Barbuda, dos empresarios uruguayos utilizaron la cuenta 1223640 de Sabrimol Trading SA en un banco de plaza de Uruguay. Esa es la última escala conocida sobre las coimas. Pero Olivio Rodríguez Junior no es un simple valijero. Olivio Rodríguez Junior fue identificado por la Justicia brasilera como operador de lavado internacional de activos, enlace entre Odebrecht y Antigua Overseas Bank. Inicialmente asesoraba a clientes en la creación de firmas en paraísos fiscales para alivio tributario. Uno de los testigos de la Justicia brasilera declaró que meses después de conocer a Rodríguez se dio cuenta de que su verdadera función era esconder el origen del dinero que recibía de Odebrecht. Dice que cuando lo conoció no reveló para quién trabajaba, pero después confesó que lo hacía para Odebrecht y abría cuentas para “hacer movimientos financieros de obras de la compañía en el exterior’’. El esquema del lavado contaba, al menos, con tres sociedades uruguayas: Casu Trust & Management Service SA, Sherkson y Havinsur. De acuerdo al delator Luiz Franca, Klienfield era la firma principal que operaba Olivio Rodríguez para el pago de sobornos. La firma tenía cuenta en el Antigua Overseas Bank (AOB), en el que perdió US$ 15 millones a raíz de la crisis de liquidez del banco. Desde allí se hicieron millonarias transferencias a otras cuentas de sociedades offshore. Francesc Xavier Pérez, exgerente de BPA se llevó al cliente de Betingo, nada menos que la empresa Odebrecht, para el Crèdit Andorra, es decir, la competencia. Betingo era gestor de cuentas, y a partir de un momento determinado, pidió pasar a ser agente externo, vinculado con un contrato mercantil con el banco y no ya laboral. Cuando renunció el economista Ache como presidente del BPA en Uruguay, el directorio quedó conformado por los dueños del banco (los hermanos Cierco) y una empleada. Los hermanos Higini y Ramón Cierco fueron investigados en el juzgado de instrucción 38 de Madrid por un presunto delito de blanqueo de capitales en la sucursal en España de la BPA, el Banco de Madrid, de la que ambos son dueños. Ahora están limpios. Los hermanos Cierco cuentan con innumerables inversiones inmobiliarias en Uruguay. Sin sospechas por ahora. Sanguinetti Barros también fue señalado en las indagatorias como alguien que intervino en el pago de una coima al exministro de Electricidad de Ecuador, entre otras. Las acusaciones del abogado y asesor financiero hispano-brasileño Rodrigo Tacla Durán llegaron a involucrar al propio juez Moro. El caso Odebrecht puede caer, ya que el juez Moro, al defenderse, desacreditó las confesiones de Tacla Durán. Sorpresivamente, Tacla Durán acusó a Betingo Sanguinetti de ser un doble agente.   Había una vez Toda esta historia comenzó con la mafia rusa. La Guardia Civil estaba investigando a la mafia rusa en España. Se trata de la conocida Operación “Clotilde”, a través de la cual, en noviembre de 2015, el exdiputado de Convergència i Unió (CiU), de Cataluña, Xavier Crespo fue condenado a nueve años y medio de inhabilitación por favorecer a un empresario ruso durante su etapa como alcalde de Lloret de Mar. Crespo “benefició” a Andrei Petrov -relacionado al blanqueo de fondos de origen criminal- a cambio de un fin de semana en Moscú, de un reloj de 2.200 euros y de los 270.000 euros con los que patrocinó a los clubes de fútbol y hockey locales, muy vinculados al exalcalde. En cualquier caso el supuesto caso de la mafia rusa vinculado a BPA está perfectamente delimitado a un ruso residente en España y, asimismo, perfectamente delimitado a BPA Andorra. BPA Uruguay, que dejó de operar hace años, no es mencionada en ningún documento de Estados Unidos (EEUU) ni existe vinculación alguna de las operativas investigadas con BPA Uruguay. Lo cierto es que con los pinchazos de la Guardia Civil, buscando trazas de la mafia rusa, se llegó al BPA en Andorra y de ahí a Betingo Sanguinetti.   Operación “Clotilde” La Guardia Civil cree que Petrov es el hombre en España de Viktor Kanaikin, un poderoso empresario ruso que le hacía llegar grandes sumas de dinero de origen dudoso para invertir en el sector inmobiliario. Kanaikin, héroe de la extinta URSS, dirigió durante dos décadas la empresa que supervisa los gasoductos de Gazprom. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, además, alertó en marzo de los vínculos de Petrov con Semion Mogilevich, uno de los diez más buscados por el FBI. La presunta trama podría haber blanqueado unos 50 millones de euros en toda Cataluña.   El caso Emperador Los entreveros que hacen en España cuando pinchan teléfonos llevan a confusiones. Sin embargo, muchas veces vuelven al mismo lugar. El caso Emperador se destapó en 2012. Su objetivo fundamental era indagar la evasión de impuestos de, entre otros, el banquero suizo Marc Pérez, del HSBC, que estaba implicado como parte fundamental de la trama internacional de blanqueo. En 2014 la Audiencia Nacional ordenó la cárcel para el banquero Marc Pérez. El caso Emperador es una operación policial dirigida por la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional de España contra la denominada “mafia china”, involucrada en casos de blanqueo de capitales y de fraude fiscal, así como de contrabando, delitos contra la hacienda pública y coacciones y amenazas contra la propiedad intelectual e industrial y contra los trabajadores. La operación estuvo dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y hasta el momento se han llevado a cabo 80 detenciones de las 110 órdenes de arresto emitidas. Entre los detenidos destaca el cabecilla de la red criminal, el empresario chino Gao Ping, propietario de numerosas naves en el polígono industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada; José Borrás, concejal del PSOE y el actor porno Nacho Vidal. Gao Ping es un gran propietario que posee un enorme chalet en Somosaguas, una gran galería de arte y decenas de sociedades que se dedicaban al comercio exterior. También tiene contactos políticos de alto nivel. Gao negó conocer a Nacho Vidal. Las relaciones de Ping alcanzaron incluso a tres parientes lejanos del Rey Juan Carlos I, a los cuales el fiscal anticorrupción pidió imputar. Nacho Vidal lavaba dinero vendiendo frascos de perfume con la forma y el tamaño de un pene, souvenir muy demandado en España. Pero de la “mafia china” otra vez se llega al BPA y de ahí a los venezolanos que desviaron fondos de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa). La investigación de este caso en la propia Venezuela llevó a la renuncia de Rafael Ramírez, quien hasta era el representante de ese país en las Naciones Unidas y durante diez años dirigió la petrolera venezolana. La red integrada por los exviceministros de Venezuela Nervis Villalobos y Javier Alvarado, que ocuparon sus cargos durante el mandato del expresidente Hugo Chávez (1999-2013), barajó frustrar las pesquisas que desde 2012 desarrolla la juez de Andorra Canòlic Mingorance. El grupo desechó finalmente el soborno al entender que en Venezuela “se puede dar plata a un juez” a diferencia de Europa. La Policía de Andorra concluye, en un informe, que el dinero que manejó la trama -2.000 millones de euros- proviene supuestamente de cobros de empresas chinas que ejecutaron obras públicas en Venezuela.

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