Por Lucía Barrios
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Muchos afirman que el 2017 fue un año duro para el sector denominado Alianza Nacional, que lidera el senador y candidato blanco Jorge Larrañaga. Algunos de sus intendentes decidieron formar una nueva opción no herrerista del partido y se fueron del grupo de Larrañaga. Lo mismo hizo el grupo de la senadora y candidata Verónica Alonso. Sobre este tema, Larrañaga ha optado por no hablar ante los medios y de hacerlo, ha brindado pocas palabras. Sin embargo, en una entrevista exclusiva con Caras y Caretas declaró que este hecho no significó un impacto para su sector: “La verdad que no quedé debilitado cuando Alonso y los intendentes se fueron. Somos la alternativa para ganar. Recuérdelo”.
Además, sostuvo que mantiene diálogo con ellos y que no tiene “ningún inconveniente” en acordar con Alonso y los intendentes nuevamente.
Pero sus declaraciones fueron aún mucho más fuertes: afirmó que las próximas elecciones internas estarán polarizadas entre su sector y el del senador Luis Lacalle Pou; dijo que esta idea la sostiene “sin pretensión de especulación”: “Es un dato, no una opinión”.
“En las otras elecciones claramente iba adelante en las encuestas y el resultado no fue el esperado. Ahora va a ser distinto porque el país y los partidos necesitarán opciones para ganar”, agregó.
Asimismo, dijo que al igual que la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña -quien se había ido de Alianza Nacional pero en los últimos días ha decidido volver a acordar con Larrañaga- confía en que “más compañeros se irán sumando”.
Consideró que el único que puede ganarle al Frente Amplio es el wilsonismo, ya que “representa las posiciones vanguardistas que potencian al Partido y asegura reunir los mayores apoyos”. Es en este sentido que afirmó que los votos no herreristas deben unirse para ganar las internas, lo que no significa necesariamente que se tengan que “acumular los dirigentes”. “Lo importante es que los votantes wilsonistas votemos juntos. Las estructuras son importantes, pero más lo son las bases, y en ellas -a nivel del votante- no tengo duda que llegaremos juntos”.
“Hay quienes que, cuando observan alguna discordancia en algún tema, inmediatamente señalan la unidad dentro del Partido Nacional. Yo creo que tampoco hay que dramatizar con ella. La unidad es respeto y compañerismo. Nosotros siempre la tuvimos, un ejemplo son las últimas elecciones, cuando perdimos, pero igualmente salimos a apoyar al compañero que había ganado”, agregó.
Asimismo, dijo que como es un “hombre de diálogo y de acuerdos” no tendría ningún problema en acordar con los otros candidatos del Partido Nacional como son Carlos Iafigliola o Juan Andrés Ramírez Saravia, afirmando que además con ellos ha compartido “camino durante mucho tiempo”.
Por último, consideró que el gran objetivo que tiene el Partido Nacional de cara a las próximas elecciones es cumplir con los ejes programáticos. Sin embargo, mencionó que a pesar de que el Directorio los ha aprobado, el Partido aún no ha tenido una reunión, lo que significa un “problema”, ya que es “necesario” que la oposición esté unida.
El grupo de los intendentes y el de Verónica Alonso se separaron de su sector, ¿qué piensa sobre esto?
Me pregunta sobre algo que ocurrió hace mucho y algunos no integraban mi sector.
¿Volvería a acordar con Alonso y los intendentes?
No tengo ningún inconveniente. Siempre he sido hombre de diálogo y acuerdos.
En su momento se dijo que usted quedó debilitado dentro del Partido cuando se fueron los intendentes y Alonso, ¿usted cree que esto es cierto?
La verdad que no. Somos la alternativa para ganar. Recuérdelo.
¿Podría acordar con los otros candidatos como Iafigliola o Ramírez?
Como ya le expresé, soy hombre de diálogo y acuerdos. Con ellos también he compartido camino durante mucho tiempo.
¿Cree que los grupos no herreristas deberían unirse para ganar las internas?
Creo que las elecciones se ganan con votos, no solo acumulando dirigentes. Lo importante es que los votantes wilsonistas votemos juntos. Las estructuras son importantes, pero más importantes son las bases, y en las bases -a nivel del votante- no tengo duda que llegaremos juntos.
En las otras elecciones claramente iba adelante en las encuestas y el resultado no fue el esperado.
Ahora va a ser distinto porque el país y los partidos necesitarán opciones para ganar, porque la interna empieza a elegir presidente.
¿Qué piensa sobre Luis Lacalle Pou?
Le tengo respeto y estima como al resto de los compañeros con los que competimos por la preferencia nacionalista. Tenemos diferencias políticas porque representamos proyectos distintos y trayectorias diferentes. Pero distinto no es opuesto.
¿Cree que las próximas elecciones internas serán polarizadas entre usted y Lacalle Pou?
Lo he sostenido sin pretensión de especulación, ha sido la tradición en las internas del Partido, y hoy es un dato, no una opinión.
¿Qué piensa sobre Adriana Peña? ¿Cree que, al igual que ella, otros dirigentes volverán a Alianza Nacional?
Es una estupenda compañera, que vuelve a apoyar nuestro proyecto y a enriquecernos con su aporte. Una mujer de gestión y de una especial sensibilidad social. Me pone muy contento volver a contar con su aporte. Confío en que más compañeros se irán sumando.
Algunos estudios afirman que el Partido Nacional no ha podido captar a la masa de indecisos, ¿por qué cree que ha sucedido esto?
Creo que hay que darles tiempo. Muchos de esos indecisos provienen del Frente Amplio, están desencantados y algunos enfadados. No hay que apurarlos. El momento para decidir no necesariamente es ahora.
La gente no decide ahora, cada vez más lo hace más cerca de las elecciones. Falta más de un año.
¿Cree que el que puede ganarle al Frente Amplio es el wilsonismo?
Sí. Considero que el wilsonismo representa las posiciones vanguardistas que potencian al Partido y asegura reunir mayores apoyos.
Tiene una visión nacional, que integra lo territorial, lo económico y lo humano; hay una defensa de lo productivo; de la descentralización; de justicia social que se basa en promover el trabajo y no el mero asistencialismo; una concepción del Estado presente, que corrija las injusticias y una visión de la economía que no se entrega al mercado desbocado, sino que hay un Estado que promueve, pero también protege.
El wilsonismo sigue vigente, es ideológicamente el proyecto más moderno y vanguardista que tiene el Uruguay. El wilsonismo tiene sus años, pero sigue siendo nuevo y moderno, porque lo moderno, lo nuevo y la vanguardia, está en las ideas y no en las cédulas.
“Lacalle Pou evidentemente cambió”
En mayo de este año, el senador Larrañaga lanzó su campaña “Vivir sin miedo”, en la que busca recolectar 269.000 firmas para plebiscitar la propuesta que incluye la creación de una guardia nacional y la irrupción de los militares a las calles. Esta propuesta ha generado distintas repercusiones en la interna blanca, como es el caso de Luis Lacalle Pou, quien afirmó que apoya dicha propuesta, pero luego no la firmó. Ante esta situación, Larrañaga dijo a Caras y Caretas que “Lacalle Pou evidentemente cambió, primero dijo en el Senado que iba a apoyar mi campaña sobre Seguridad, pero nunca fue a firmarla. Si estuviera de acuerdo, firmaría. En el pedido de interpelación último al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que acompañaría, luego cambió de parecer”.
Por otro lado, al contrario de las acusaciones que hacen algunos dirigentes, Larrañaga dijo que dicha propuesta no ha sido pensada por cálculos políticos. “Si el hecho de ocuparme de un tema que preocupa a la ciudadanía, me fortalece o no, se verá después. Lo que hago, lo hago convencido que es lo que tengo que hacer, por ser mejor para la sociedad que integro y para el país en los que crío a mis hijos. Lo hago por mi conciencia y mi responsabilidad. No por cálculos políticos”.
¿Cree que su propuesta para que los militares tengan una mayor participación en temas de seguridad lo ha fortalecido en la interna del Partido?
La propuesta en materia de seguridad involucra mucho más que la utilización de los militares. Fíjese que, en el caso de la reforma constitucional, se compone de 4 elementos a ser reformados. Uno de ellos es la creación de una segunda fuerza que colabore en materia de seguridad, utilizando militares. Así que son 4 elementos que proponemos para reformar.
Si el hecho de ocuparme de un tema que preocupa a la ciudadanía me fortalece o no, se verá después. Lo que hago, lo hago convencido que es lo que tengo que hacer, por ser mejor para la sociedad que integro y para el país en los que crío a mis hijos. Lo hago por mi conciencia y mi responsabilidad. No por cálculos políticos.
La reforma deja de ser de dirigentes que apoyan o que no. La reforma es de la gente, en tanto firmaron más de 140.000 ciudadanos.
Lacalle Pou dijo que a pesar de estar de acuerdo con la campaña de seguridad que usted propuso no va a dar su firma. ¿Qué piensa sobre esto?
Evidentemente Lacalle Pou cambió, primero dijo en el Senado que iba a apoyar mi campaña sobre Seguridad, pero nunca fue a firmarla. Si estuviera de acuerdo, firmaría. En el pedido de interpelación último al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que acompañaría, luego cambió.
Larrañaga: Los beneficiados por las políticas sociales deben brindar contraprestaciones
El senador Jorge Larrañaga también habló con Caras y Caretas sobre sus propuestas para las próximas elecciones. Dijo que “hay que tener verdaderas políticas sociales, de reingreso social al espacio productivo” y afirmó que eso se logra con trabajo y educación. “Estamos de acuerdo con las políticas sociales y las mantendremos, pero deben haber esfuerzos por parte de quienes las reciben, como lo establecen las fórmulas más efectivas de políticas sociales”.
Afirmó que hay que realizar “reformas estructurales que tienen que ver con una educación para el desarrollo, una economía para la gente y un Estado que apuntale estas políticas”. Además, dijo que hay que atender “la emergencia que representa la inseguridad pública”.
Sostuvo que se debe ir hacia un “Estado más eficiente y menos pesado, con recomposición de las finanzas públicas. Hay que tener una regla fiscal, establecer una agenda de revisión del sistema impositivo”.
Por último, expresó que hay que profundizar los “procesos de descentralización” y asociar el gobierno nacional con los locales.
Si tuviera que definir sus tres principales propuestas, ¿cuáles serían?
El país tiene que ponerse como foco alcanzar niveles de desarrollo en la mayor cantidad de áreas posibles. Se requiere una serie de reformas estructurales que tienen que ver con una educación para el desarrollo, una economía para la gente y un Estado que apuntale estas políticas.
En paralelo a esas reformas estructurales, tenemos que atender a la emergencia que representa la inseguridad pública.
El principal desafío del próximo gobierno será demostrar que está en condiciones de administrar eficazmente una nueva composición de poder político, sin mayorías parlamentarias automáticas, por lo cual el nuevo paradigma será el de políticas de Estado, dejando atrás el de políticas de Partido.
En materia económica, se debe ir hacia una nueva arquitectura fiscal para converger hacia un Estado más eficiente y menos pesado, con recomposición de las finanzas públicas. Tener una regla fiscal, establecer una agenda de revisión del sistema impositivo.
En materia educativa hay que recuperar el poder de mando de parte de los poderes republicanos por sobre los corporativos; jerarquizar a los docentes y otorgarles título universitario; darles autonomía a los centros como lo preveía el Promejora; darle mayor protagonismo a los directores; tener un marco curricular común; trabajar en la formación en valores y sentido de ciudadanía.
Otra línea de reformas tiene que pasar por reformar el Estado, profundizando los procesos de descentralización, hay que asociar el gobierno nacional con los gobiernos locales, federalizando cometidos y proyectos específicos. Además, hay que crear Agencias Regionales.
También hay que tener verdaderas políticas sociales, de reingreso social al espacio productivo, y eso se logra con trabajo y educación.
Estamos de acuerdo con las políticas sociales y las mantendremos, pero deben haber esfuerzos por parte de quienes las reciben, como lo establecen las fórmulas más efectivas de políticas sociales.
Cuando usted afirma que los blancos tienen que acordar con otros partidos, ¿se refiere al Partido Colorado?
Me refiero a todos los partidos que quieran cambiar el actual estado de cosas. En la medida que hay varios espacios de oposición y que hay varias oposiciones, debemos converger en algún momento. Por eso entiendo que hay que trabajar en acordar 4, 5 o 6 grandes temas entre quienes pensamos que hay cosas para hacerse de manera distinta: una reforma educativa, la reforma del Estado, manejar el tema seguridad de otra manera, la apertura comercial del país, son los grandes temas que demandará el escenario 2020. Por eso propuse desde 2015 la necesidad de una agenda común, luego en febrero de 2018 le trasladé al Partido Nacional un documento denominado Agenda para el Progreso que fue aprobado por el Partido y que tiene por destino ser considerado por el resto de partidos, de modo de llegar a octubre con una base de acuerdos y no tener que esperar a la fecha de la elección. Si estamos de acuerdo en cambiar la educación, la seguridad, etc, ¿por qué esperar al 27 de octubre de 2019, fecha de la elección? Empecemos a trabajar ahora en las grandes líneas de cambio. Eso nos posicionará en un proyecto alternativo potente.
El Directorio ya lleva 8 meses y debe actuar, no seguir demorando.