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Recordatorio

Las medidas del Gach que nunca se aplicaron

El 7 de febrero, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) realizó un informe sobre la situación epidemiológica y lo acompañó de un conjunto de recomendaciones que, en su mayoría, no se implementaron. Recordemos cuáles fueron las medidas que el Gobierno desestimó.

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El 7 de febrero, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) realizó un informe sobre la situación epidemiológica de ese momento y lo acompañó de un conjunto de de recomendaciones necesarias para el control de la pandemia por la Covid-19.

En aquel momento, Uruguay experimentaba una etapa del trasmisión comunitaria del virus nivel 3 y un descenso de los casos positivos que se le adjudicó a las medidas que se habían tomado anteriormente y al cambio de actitud de las personas.

Los escenarios posibles planteados para ese momento eran 2: que el nivel de contagios se mantuviera estable o decreciera; o que se aumentara. Y pasó lo segundo.

De acuerdo GACH, la estrategia que debía seguirse en el mes de febrero era “una vigilancia estricta de la situación para prevenir un posible aumento de contagios en torno a la actividad laboral, educativa y deportiva pasado el período estival, así como de la capacidad de respuesta del sistema de salud con el objetivo de una detección temprana de la posible transición entre escenarios»

Además, señalaron que «de darse esta transición a un escenario de crecimiento, es imperioso aplicar medidas tendientes a reducir el aumento de contagios y éstas deberían estar previstas”.

Por estos días, aquel paquete de medidas es evocado constantemente por especialistas, científicos, referentes políticos y sociales, que cuestionan al Poder Ejecutivo por no considerarlas a tiempo.

Muchas personas hablan de «las medidas del GACH del 7 de febrero», que en la situación actual, liderando un ranking sudamericano de muertes por coronavirus, vuelven a colocarse sobre la mesa.

Medidas que sí

De todo el paquete de recomendaciones que realizó el equipo científico, el gobierno solo instrumentó el cierre de cines y teatros, el cierre de gimnasios, la suspensión de clases en educación secundaria y el teletrabajo en el sector público.

Medidas que no

Las medidas que el gobierno desestimó fueron unas cuantas más: restringir la circulación por vía pública en horarios de 0 a 6 AM (excepto trabajadores y trabajadoras  de servicios esenciales); cerrar bares y restoranes y habilitar solo las entregas a domicilio); limitar el horario de atención al público en los comercios no esenciales; reducir aforo en el transporte departamental; suspender torneos profesionales; decretar el teletrabajo obligatorio en el sector privado y en actividades no esenciales.

También se rechazó la medida de prohibir el desplazamiento hacia otros departamentos (sobretodo hacia aquellos con elevado índice de casos) y la sugerencia de mantener las clases presenciales en educación inicial y primaria.

Para el GACH, en el peor de los escenarios las clases podían suspenderse, pero “en períodos de corta duración”.

Ver informe completo:

https://medios.presidencia.gub.uy/llp_portal/2021/GACH/INFORMES/informe_situacion_epidemiaCovid19.pdf

Los argumentos

Entrevistado por el medio argentino La Nación, el presidente Luis Lacalle Pou dijo aprovechó para recordar que el GACH es «asesor no es decisor». «El gobierno tiene la ciencia como un puntal fundamental por el estado de salud, pero también es necesario valorar el factor social, el factor económico y la vida diaria de los uruguayos».

Sobre la negativa ante el toque de queda, expresó: «¿Cuánto de esa medida significaría realmente contención del virus y qué consecuencias negativas tendría aparejada? Eso es lo que pongo en la balanza. Lo que en la noche perjudica son las aglomeraciones, las fiestas clandestinas y establecimientos que no cumplen el protocolo».

«Vayamos ahí, tenemos una ley para disolver aglomeraciones: vayamos a hacer más controles a los lugares que no cumplen con el protocolo, pero no castiguemos al resto del país que de alguna manera tiene que moverse», agregó.

Con respecto a prohibir la movilidad entre departamentos explicó que muchas personas trabajan en Montevideo, pero viven en Canelones y mencionó ejemplos similares de trabajadoras y trabajadores que trabajan fuera de los departamentos de residencia.

Consultado por la posibilidad de cerrar los bares y restaurantes, alegó que «significaría que mucha gente que vive de la propina, que vive del jornal que era el día se quede sin parar la olla». No hizo referencia a la posibilidad de subsidiar a las personas afectadas por tales medidas.

Pero más interesante fue la respuesta de Lacalle Pou ante la pregunta sobre los riesgos de quedar desfasado con lo que puede sentir la gente que se cuida respecto a los que no lo hacen, pero el gobierno tampoco los obliga.

«Riesgo siempre hay cuando se gobierna», contestó.

 

 

 

 

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