Las obsesiones de Peñarol

Por eso es que Peñarol juega con fuego, porque el flamante Campeón del Siglo exige una vuelta olímpica. Ese nuevo, monumental y hermoso coloso de cemento que enorgullece al pueblo peñarolense (que está agotando entradas para sus dos jornadas inaugurales) es como esos dioses que reclaman sacrificios. Y para evitar la furia de los dioses, Peñarol tendrá que salir campeón y así derramar la sangre en el altar de los sacrificios.

¿La Copa o el Uruguayo?

Los antecedentes alertan que no es viable apostar con el mismo ímpetu a los dos torneos, el Clausura y la Libertadores. Esto de que la doble competencia complica no es una excusa que hayan inventado los equipos uruguayos, sino una realidad que sufren todos los clubes del continente. Ni a los más poderosos como Boca, River o cualquiera de los brasileños les da la nafta para correr ambas carreras, y es por eso que en varias oportunidades reservan a sus principales figuras y mandan a la cancha a varios suplentes.

¿Qué debe hacer Peñarol? ¿Ir en busca de la Copa o fijarse una meta más viable, como ganar el Campeonato Uruguayo número cincuenta en su nuevo estadio?

“La Copa seduce y disputar el objetivo que es la sexta Libertadores seduce mucho más”, comentaba días atrás el Dr. Jorge Barrera, delegado aurinegro, quien recordó que “después de 2011, a todos los hinchas de Peñarol nos quedó esa posibilidad de obtener la sexta Libertadores y en cada edición volvemos a ratificar ese sueño”.

Claro que ganar la Copa Libertadores sería tocar el cielo con las manos, pero, no sea cosa que por ambicioso se quede sin el pan y sin la torta.

Veamos: Peñarol ya ganó el Apertura y eso significa que, en caso de no ser campeón del Clausura, igualmente estará en la definición por el título del Uruguayo. Pero en esas finales, que en caso de haberlas serían ante Nacional (difícil que alguno de los equipos chicos pueda dar el batacazo en este Clausura), correrá con ventaja el que haya ganado la Tabla Anual. Hoy día, Peñarol está un punto arriba de Nacional en esa tabla, por tanto, si los tricolores ganan el Clausura, es casi un hecho que le descontarán al aurinegro esa ventaja en la Anual. En síntesis, si Nacional gana el Clausura también se quedará con la Tabla Anual y obligará a Peñarol a ganarle una semifinal y luego las finales.

¿Qué debe hacer entonces el equipo de Da Silva? Si el calendario le exige optar entre una cosa u otra, y para algún partido del Clausura decide reservar a Forlán, Murillo, el argentino Costa y algún otro titular de nivel, corre serios riesgos de perder puntos decisivos en su pelea por el campeonato N° 50.

Los arbitrajes

Lo de #PenalParaNacional cobró popularidad luego de que los árbitros sancionaran unos cuantos penales inexistentes en favor del tricolor. Ni el más fanático de los bolsos discute esos favores arbitrales.

¿Qué está pasando el fútbol local con este asunto?

Volvemos a la palabra del doctor Barrera: “Quiero ser campeón y que los arbitrajes no sean el tema central de discusión. El tema debe ser que los arbitrajes ni favorezcan ni perjudiquen. Creo que en toda esta discusión pública lo importante, más que preocuparse, es ocuparse, y no seguir echando leña al fuego en un debate público, que ni construye, ni aporta, ni da soluciones concretas”.

Políticamente correcto, Barrera pide que se calmen las fieras, aunque también reconoce la furia que se genera con esos fallos arbitrales: “Creo que hay que trabajar muchas veces ante la incomprensión de muchos hinchas, que reclaman justamente. Lo que uno tiene que hacer mirando hacia el futuro más inmediato es ocuparse y trabajar en silencio”.

Todo bárbaro, trabajar en silencio y “ocuparse” más que “preocuparse”. ¿Pero qué significa eso?: “Nosotros no discutimos nunca la honorabilidad ni que se quieran resolver con mala intención resoluciones o situaciones que son muy polémicas. Y acá hay una realidad: en el último campeonato lo que pasó fue que existió una cantidad de penales a favor de nuestro tradicional rival; algunos fueron errores demasiados grandes. Se va generando esa idea de que en cada penal se va a volver a repetir esa situación. Lo que hay que hacer es mirar hacia adelante, trabajar en silencio y más que preocuparse, ocuparse”.

La dirigencia y su tarea

Así como Eduardo Ache en su momento prometió “ganar en todas las canchas”, hoy Barrera propone “trabajar en silencio”. ¿Será acaso el silencio de los inocentes?

A todo esto, si hay algo que se debe reconocer es el acierto que ha tenido la dirigencia aurinegra en varios episodios de estos últimos tiempos.

Para empezar, resulta ineludible el reconocimiento a Juan Pedro Damiani por su decisión irrenunciable de construir el estadio que Peñarol y su historia se merecían. No hay que olvidarse de los obstáculos externos e internos que debió sortear el presidente carbonero en estos años. ¿O se olvidan que quiso hacer el estadio en el parque Roosevelt y hubo una movida brutal para bloquear ese proyecto? Perdida esa batalla no se rindió y trasladó el sueño hacia las cercanías del aeropuerto, pero también le bombardearon ese proyecto argumentando que levantar un estadio en esa zona dificultaría el aterrizaje de los aviones.

Desde tiendas rivales surgían las burlas por las maquetas que iba presentando Damiani, pero siguió adelante y hoy el estadio Campeón del Siglo es una realidad.

Asimismo, Peñarol lideró la creación de la Liga Sudamericana de Fútbol, el conglomerado de los clubes grandes de América del Sur que alzaron su voz ante la desprestigiada Conmebol.

La primera reunión de estos clubes fue organizada por Peñarol, líder de una movida que consiguió duplicar los ingresos para los clubes por participar en la Copa Libertadores. Si no hubiera sido por la tenacidad y fuerza que Juan Pedro Damiani le imprimió a esa situación, hoy ni Peñarol ni los demás clubes tendrían los recursos que tienen.

Al César lo que es del César.

Lo que persigue Peñarol

El Club Atlético Peñarol es el líder de la creación de Liga Sudamericana de Fútbol; está a punto de inaugurar el primer estadio FIFA del Uruguay; cada día suma cientos de nuevos socios (ya debe andar por los 80.000, una cifra alocada años atrás); tiene un futbolista de fama mundial como Diego Forlán.

¿Qué le está faltando? Pues ganar el clásico en su estadio Campeón del Siglo (la cita será el domingo 8 de mayo) y unas semanas después convertir este 2016 en un año de gloria.

La sexta Libertadores es la obsesión, pero el Campeonato Uruguayo N° 50 está tan cerca que tal vez resulte aconsejable prestarle más atención a este objetivo.

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La agenda del carbonero

FEBRERO

Sábado 27 Centenario Fénix Clausura (4ª fecha)

MARZO

Martes 1º Centenario Huracán Libertadores

Sábado 5 Centenario Sud América Clausura (5ª fecha)

Martes 8 Medellín Atl. Nacional Libertadores

Domingo 13 No hay fútbol por el Clausura (Elecciones BPS)

Martes 15 Centenario Atl. Nacional Libertadores

Sábado 19 Visitante Racing Clausura (6ª fecha)

Domingo 27 No hay fútbol por el Clausura (Fecha Clasificatorias)

Lunes 28 Campeón del Siglo River Plate (ARG) Amistoso

ABRIL

Domingo 3 Campeón del Siglo River Plate Clausura (7ª fecha)

Sábado 9 Campeón del Siglo Danubio Clausura (8ª fecha)

Martes 12 Buenos Aires Huracán Libertadores

Sábado 16 Visitante Rentistas Clausura (9ª fecha)

Martes 19 Campeón del Siglo Sp. Cristal Libertadores

Domingo 24 Campeón del Siglo Liverpool Clausura (10ª fecha)

Sábado 30 Visitante Villa Teresa Clausura (11ª fecha)

MAYO

Domingo 8 Campeón del Siglo Nacional Clausura (12ª fecha)

Domingo 15 Visitante Wanderers Clausura (13ª fecha)

Domingo 22 Campeón del Siglo Plaza Clausura (14ª fecha)

Domingo 29 Visitante Juventud Clausura (15ª fecha)