El fiscal Carlos Negro se pronunció a favor de conceder la extradición de Vinícius Claret (alias Juca Bala) y Claudio Fernando Barbosa, dos cambistas brasileros, radicados en Uruguay, investigados en Brasil por su participación en diversas operaciones de lavado de activos. En su dictamen, Negro valoró que la requisitoria internacional librada por las autoridades judiciales brasileñas cumple con todos los requisitos legales, por lo que Uruguay debe aceptar la extradición de ambos indagados, según dijeron fuentes judiciales a Caras y Caretas Portal. Claret y Barbosa fueron detenidos a principios de marzo en Uruguay, tras una orden de captura internacional librada por las autoridades brasileñas. Ambos fueron vinculados con una operativa de lavado de activos para el ex gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral. Un informe elaborado por la Justicia brasileña estableció que Cabral cobraba 5% de coima sobre las obras adjudicadas en Río de Janeiro a la empresa Oderbrecht. Según un dictamen de la Ministerio Público de Brasil -publicado por el diario El País-, se determinó que el dinero pasaba por un estudio jurídico en Río de Janeiro, desde dónde era transferido a Uruguay o a cuentas bancarias ubicadas Estados Unidos, Bahamas y Alemania, entre otros destinos. En 2002, el estudio jurídico se trasladó a Uruguay, abriendo una empresa que oficiaba como fachada en el negocio. La empresa fue abierta por un reconocido estudio jurídico uruguayo. “La persona responsable de abrir la empresa fantasma fue un abogado uruguayo. Ese profesional sabía que estaba ayudando a una empresa de forma ilegal y que el rol de la misma era dar cobertura legal a las operaciones”, dice el dictamen. Asimismo, la Fiscalía señaló a dos cambistas brasileños -radicados hace años en Uruguay- como los encargados de armar, cerrar y liquidar las operaciones de cambio en el mercado paralelo en Uruguay para clientes de Brasil. «Esa casa de cambio, ubicada en una zona franca, nunca llegó a tener autorización del Banco Central de Uruguay para operar», dice el dictamen. Estos cambistas eran Claret (alias Juca Bala) y Barbosa. La organización llegó a abrir otra casa de cambio legalizada, cuyos titulares eran otras personas y no los acusados. “Los integrantes de la organización ilícita (ubicados en Uruguay) se comunicaban inicialmente con los funcionarios domiciliados en Brasil a través de programas como MSN encriptados, Secway, y con un servidor que corría con el programa Citriz, y en un segundo momento hablaban por Skype, Wickr y Wire”, expresa la denuncia. Claret y Barbosa fueron detenidos por efectivos de Interpol y puestos a disposición de la Justicia. En este marco, la jueza Especializada en Crimen Organizado de 1º Turno, Beatriz Larrieu, dispuso el arresto administrativo de ambos a la espera de que las autoridades brasileñas formalicen el pedido de extradición de ambos, lo que se concretó días después. El expediente fue remitido al fiscal Carlos Negro, que finalmente recomendó aceptar la extradición de ambos a Brasil. Ahora, la jueza Larrieu dispondrá la citación de ambos -cuya defensa es ejercida por los abogados Pablo Correa y Juan Fagúndez- para iniciar el proceso formal de extradición. En caso de que no acepten la extradición inmediata, el proceso se puede extender durante dos años. En tanto, la Justicia uruguaya no descarta iniciar una investigación propia sobre eventuales delitos de lavado de activos, ya que la requisitoria internacional librada por las autoridades brasileñas refiere a diversas operaciones sospechosas que tuvieron lugar en territorio uruguayo e involucran a profesionales uruguayos, señalaron las fuentes. La jueza Especializada en Crimen Organizado de 2º Turno, Maria Helena Mainard, y el fiscal Luis Pacheco ya tramitan una investigación por los nexos de la red de corrupción del Lava Jato en Uruguay, que involucra a abogados y escribanos uruguayos con operativas de lavado de activos.
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