La trata de personas, según la Convención de Naciones Unidas con la Delincuencia Organizada Trasnacional, es “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo a la amenaza o a el uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación”. De acuerdo a esta definición, amplia y clara, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) Mariella Mazzotti sostuvo: “Los hechos confirman que hay territorios especialmente vinculados como por ejemplo las zonas turísticas en temporada alta y los polos de desarrollo económico e industrial de nuestro país. En estas zonas hay que prestar especial atención y adoptar políticas preventivas y de combate porque allí hay actores activos para la explotación sexual y laboral”. Como la trata de personas suele ser un delito internacional, se le vincula al crimen organizado al que se le incluye el narcotráfico. Mazzotti explicó que se realiza un trabajo interinstitucional para intentar combatirla: “En Uruguay existe la Mesa de Trata donde participan instituciones que están comprometidas en el tema como los ministerios del Interior, Trabajo, Salud, Relaciones Exteriores, representantes de la Fiscalía, la sociedad civil organizada y hay una estrecha vinculación con los juzgados del crimen organizado”. Para Mazzotti, “la toma de conciencia de que esto está sucediendo en Uruguay es clave a la hora de ayudar a las víctimas que muchas veces son mujeres, jóvenes que provienen de un contexto de vulnerabilidad, con redes familiares muy débiles. Pueden ser extranjeras o uruguayas que son llevadas a España o Italia mayormente, aunque también se han detectado casos en Argentina y Brasil”. También aclara que Inmujeres “atiende estos casos a través del Servicio de Atención a Mujeres en Situación de Trata con Fines de Explotación Sexual. Este centro de atención está ubicado en Montevideo pero es de alcance nacional, por lo tanto, cuando se detectan problemas en otros departamentos los técnicos viajan para ver de qué manera canalizar esa situación”. Denuncia y confidencialidad Para denunciar casos de trata de personas, se puede llamar a la línea gratuita 0800 7272 desde cualquier teléfono, o denunciarlo en la dependencia policial más cercana. Mazzotti dijo que “es importante destacar que se trabaja con una extrema confidencialidad y se le brinda a la víctima un apoyo psicosocial, legal y se la acompaña en el proceso”. En caso de que la víctima sea extranjera y quiera regresar a su país, “se coordina con la Organización Internacional de la Migraciones, se le puede pagar el pasaje de regreso, además de facilitarle la comunicación con su familia y ayudarla a solicitar el permiso de residencia temporal. Si decide hacer su vida en Uruguay, se le facilita su integración social ayudándola con la documentación, a encontrar un proyecto laboral y con acompañamiento durante el proceso”.
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