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Políticas migratorias

Lo que Trump nos dejó

La doctrina de la «tolerancia cero» que practicó el gobierno de Donald Trump cesó el 20 de junio, pero las secuelas de esta cruel política migratoria comienzan a manifestarse. El portal de The New York Times publicó un artículo que da a conocer la historia de Thiago, un niño migrante que logró reunirse con su familia luego de 50 días, pero que ya no es el mismo.

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Thiago tiene 5 años y es uno de los tantos niños que padecieron la reforma migratoria del gobierno de Donald Trump. Fue separado de su familia en la frontera suroeste de Estados Unidos cuando llegaban desde Brasil, y permaneció distanciado durante cincuenta días. Luego de la reunificación volvió a su casa con muchos traumas y ansiedades provocados por el episodio de separación y detención de su familia. Su madre, Ana Carolina Fernández, declaró que antes de este suceso a Thiago le gustaba jugar con los personajes de Mi Villano Favorito y que ahora le gustaba jugar a capturar y esposar a migrantes. Según declaró Fernández en este portal, Thiago no quiere hablar con nadie, corre a esconderse detrás de un sillón cuando llegan visitas, y sufre episodios de ansiedad cuando no ve a su madre por un rato. La historia de Thiago no es la única. Según el portal de The New York Times, fueron aproximadamente 3000 niños que sufrieron la separación forzada de sus familiares y hasta ahora son 1800 los que se pudieron reunir con sus familias luego del frustrado intento de Trump. Según relata esta nota, el gobierno de Trump distribuyó a los menores en diferentes albergues lejos de sus padres en un ambiente lleno de restricciones y con poca contención emocional. Se les prohibía a los niños, por razones de seguridad, abrazarse incluso entre hermanos. Algunos de esos niños fueron alojados en casas de familias que, en muchos casos, no les podían brindar una atención exclusiva. Luana Biagini, asistente legal que ha trabajado con las familias brasileñas reunificadas, declaró en dicho medio que la mayoría de estos niños manifiestan un sentimiento de abandono, presentan ansiedad, regresiones, problemas de salud mental y les aterra perder a su mamá otra vez. En varios niños se reiteran conductas extrañas, otro niño de 3 años pasa mucho tiempo jugando a que le aplica inyecciones a las personas que lo rodean y los esposa, otros hermanos lloran cuando ven personas uniformadas por la calle.    

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