Relegada a un segundo plano por la movilización de los productores rurales, la interna del Partido Nacional (PN) sigue candente, con cobro de cuentas entre sus miembros y una división que se ahonda. En este contexto, y como alejado de una realidad que le es ingrata, el senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) propuso al PN liderar la construcción de una agenda común con la oposición. Esto parece expresarse en la propuesta de iniciar contactos con los partidos Colorado, Independiente y de la Gente. El PI, de Pablo Mieres, se ha mostrado reticente a aliarse con algunos sectores opositores al tiempo que el grupo del empresario Edgardo Novick parece ser partidario, cada vez más, de trabajar para transformarse en una opción independiente de los partidos a los que critica insistentemente por sus prácticas. Curiosamente, la propuesta de Larrañaga, discretamente aplaudida por la inefable diputada Graciela Bianchi, se conoció el mismo día en que su excorreligionario, el intendente de Artigas Pablo Caram, echó a todos los directores pertenecientes a Alianza Nacional. El día anterior, la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, otra figura alejada de Alianza Nacional -en este caso para intentar una alianza con el grupo de intendentes que aspiran a ingresar al Senado porque ya cumplieron sus dos mandatos-, desconoció el decreto interpretativo de la Junta Departamental sobre los aumentos de sueldos. De esta manera procederá a incrementar las remuneraciones de los directores y personal de confianza, entre ellos el de su pareja en un 57%. Siguiendo el novedoso estilo de desplazar al grupo adversario, el intendente Caram sacudió la interna nacionalista. El jefe departamental había sido electo por las listas de Alianza Nacional, pero recientemente decidió pedir su pase al herrerismo. Los cambios, al parecer, se fueron sucediendo en forma lenta pero persistente, a tal punto que hoy en el gabinete no hay ningún representante de Juntos (antes llamado Alianza Nacional). Una situación similar vivieron recientemente los blancos en el departamento de San José, donde cuatro directores de Larrañaga fueron cesados sin piedad. Caram, un comerciante que hasta su elección era un comerciante local con escasa militancia política, ya había despedido al secretario general de la comuna, Sergio Arbiza, empresario y dirigente wilsonista que ocupaba ese cargo en virtud de los acuerdos electorales previos a la elección. Pasados dos años de gestiòn, Caram decidió desprenderse de esos acuerdos, pasarse con todos sus petates al herrerismo y finalmente despedir a sus antiguos correligionarios, que lo llevaron al cargo que hoy ocupa. ¿TODOS UNIDOS? Acosado por sus propios compañeros de partido, el líder de Alianza Nacional no se da por vencido y reitera su propuesta de comenzar a trabajar en la construcción de una agenda común de “grandes temas nacionales”, como lo ha hecho sin ninguna respuesta desde hace, al menos, un año. Su idea es que esta propuesta sea presentada al resto de los partidos opositores por el Partido Nacional lo que, sin embargo, chocaría con los intereses electorales de Luis Lacalle Pou, deseoso de encabezar la lista a la presidencia, sin la incomodidad de una elección interna, que casi siempre es desgastante y de resultado incierto. “Estamos convencidos de que la sociedad observa a nuestro Partido y al resto de la oposición, esperando señales claras que demuestren capacidad de conducir un nuevo tiempo para el Uruguay”, agrega la nota. A continuación enumera los temas que la propuesta debe contener: educación, seguridad, empleo, desarrollo del interior, país productivo, economía, salud e inserción internacional. Todavía sin resolver el tema del intendente de Soriano, Agustín Bascou, que compromete la ética de toda la colectividad, los blancos siguen apostando a liderar a una oposición que pierde dinamismo de cara a las elecciones del año que viene. Ahora el conflicto de los productores rurales, fogoneado en gran parte por dirigentes de segundo orden del Partido Nacional en varios departamentos, aparece como una oportunidad de erosionar a un gobierno que puede exhibir una baja inflación, el crecimiento del salario real, y un crecimiento de la economía que lo despega del resto de los países de la región.
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